Martes 19 de agosto de 2003 | ||||
"No fue una bala perdida, les tiraron a los chicos" Los familiares de Cristian, el chico de 11 años que fue herido mientras jugaba al fútbol, aseguran que alguien tiró a propósito. La víctima tiene dos balazos y está grave en Neuquén.
PLAZA HUINCUL (ACC) - Los familiares del niño de once años baleado en la espalda mientras jugaba al fútbol, y que pelea por su vida en el hospital "Castro Rendón" de Neuquén, no encuentran explicación para su dolor El episodio no lo atribuyen a una "bala perdida" si no que para ellos, el autor buscó dispararle a los chicos que estaban jugando al fútbol en el playón de la escuela N334. Wálter Pardo es el tío de Cristian, quien el viernes por la tarde recibió dos impactos de arma de fuego mientras atajaba en uno de los arcos que está sobre el playón de la escuela primaria N 334 del barrio Otaño. En diálogo con "Río Negro", Wálter trata de buscar alguna explicación lógica al drama familiar que hoy sufren, pero por más que se esfuerza no puede. Y aunque en este momento sólo procura dar contención a su hermano y la esposa, su madre y a las hermanitas de Cristian, se hizo un espacio para aclarar que a su criterio, no fue una "bala perdida" la que le cruzó el baso, el hígado y parte del intestino a su sobrino. "Dicen que (los agresores) estaban jugando al tiro al blanco. Y yo pregunto por qué no lo hacían para el otro lado, porque si se dan vuelta sobre sus propios pasos, viven frente a un descampado. Pero justo miraron adelante y a 100 metros, donde había un grupo de chicos jugando al fútbol", comentó Enseguida se preguntó "¿justo ahí van a jugar al tiro al blanco?. Para mí fue adrede, no contra mi sobrino pero sí al grupo", agregó ayer Y recalcó que si fue una bala perdida, el niño no tendría dos proyectiles en su cuerpo Tiene una herida con orificio de entrada y salida, y otro disparo que le detectaron los médicos en Neuquén y que quedó alojado en la pared abdominal, tal como señaló Wálter "Si tiene dos proyectiles no puede ser nunca dos balas perdidas a un mismo blanco", concluyó. Luego de señalar que la situación por la que les toca pasar no desea que le suceda a nadie, no deja de preguntarse qué hubiese pasado si la víctima -a diferencia de Cristian- fuera más pequeño. "Si agarran a un chico más bajito le arranca la cabeza", sostuvo. "Tiene 11 años y una cosa es decirlo y otra verlo como está, cómo aguanta. Está conectado no sé a cuántas máquinas. Está conciente, mueve las manitos y los pies pero está destrozado, partido al medio, el daño que le hicieron es terrible", mencionó. En cuanto a las cuatro personas que fueron demoradas por la policía ni bien iniciaron las investigaciones para lograr el esclarecimiento, Wálter fue prudente Luego de recalcar que se trata de menores de edad criticó la actitud de la madre del presunto autor que tendría 14 años. "Quiso esconder las armas" "Ella trató de esconder las armas y eso es una locura. Está bien que es su mamá pero hay un punto. La seriedad que tiene que tener un papá y la 'viveza' que creyó tener al pensar que estaba haciéndole un bien. Así el pibe puede hacer cualquier otra atrocidad y ella lo seguirá apañando", enfatizó. Mientras siguen pendientes y en contacto con los padres de chico, la abuela permanece al cuidado de las hermanitas menores de 10 y 7 años "A mis tres sobrinos los amo. Cristian es el primer nieto, el primer sobrino. Los padres están muy mal porque ellos no lo crían para que venga cualquier mal nacido y les haga esto. No puede ser", finalizó Wálter.
El estado del pequeño es delicado PLAZA HUINCUL (ACC).- Cristian permanece internado en Neuquén en estado delicado y la preocupación embarga a todos sus amigos y familiares. Esperanzados, aguardan los partes médicos que les permitan encontrar un poco de la tranquilidad que perdieron desde el viernes a la tarde La familia del niño de 11 años tiene su hogar en el plan 100 Viviendas de Huincul, desde hace poco más de una década De allí, alrededor de las 18.30 salió Cristian para ir a jugar con el primo y otros amigos a la pelota, tal como lo hacía siempre. Aunque esta vez decidieron ir hasta el playón de la escuela primaria N 334 porque estaba vacío "El pidió estar en el arco porque le gusta jugar de arquero y ahí se cayó", recordó el tío del niño. Sus amiguitos lo vieron y se dieron cuenta que estaba herido Entonces, llegaron corriendo hasta la casa de la víctima sobre la calle Misiones y ahí les contaron a los padres y la abuela que al chico "los malandras le habían pegado" Pero los padres creyeron que había recibido algún piedrazo o un golpe de puño. Nunca se imaginaron que había sido un balazo. "Lo llevaron caminando al hospital y eso le había hecho muy mal, pero son criaturas y no saben como actuar, de la misma desesperación hicieron eso", indicó Pardo. El tío del niño herido no encuentra palabras de agradecimiento para los médicos del hospital de Cutral Co donde fue derivado y lo operaron antes de trasladarlo a Neuquén. "Mi sobrino llegó casi sin pulso a Cutral Co y allí lo revivieron", sostuvo. Ahora, esperanzados aguardan la mejoría del niño.
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