Caso Avalos: sigue el misterio por el fuerte olor en el baldío

Los trabajos con la pala mecánica no arrojaron resultados positivos

Asunción Avalos, padre de Sergio, sigue sin conocer lo ocurrido con su hijo.

NEUQUEN (AN)- El hombre es una tirita gris en medio de la desolación. Nubes de polvo lo envuelven según el desvarío del viento mientras él espera, la capucha ocultándole el rostro, las manos cruzadas como en una plegaria, el alma pendiente de lo que descubra la tierra. Junto a él, la pala mecánica es un insecto enorme que ruge y escarba, trepa y se hunde, busca y no encuentra.

El hombre es Asunción Avalos, y permanece inmóvil en medio del paisaje de pesadilla en el que se ha convertido el baldío del barrio Mariano Moreno, donde está concentrada la búsqueda de su hijo Sergio. El viento, la tierra, el ruido, la sequedad, no son nada para él que desde hace más de dos meses lleva en su pecho el dolor incrustado como una piedra.

Ayer se cumplieron cuatro días de excavaciones frustrantes en el baldío de calle Pelagatti, un sector desparejo del barrio en el que una calle puede medir el doble de largo que la siguiente y donde la numeración es par en las dos manos.

Los vecinos convocaron a una conferencia de prensa porque quieren saber qué produce ese olor insoportable, que hace doler la cabeza, y hasta ahora nadie les ha dado una explicación. "Queremos saber si puede traer alguna consecuencia para nosotros, si es tóxico, si hay algún peligro", plantearon.

También se solidarizan con la búsqueda de Avalos. "El hombre ha estado aquí todos los días, desde el viernes pasado cuando la Policía llegó por primera vez quince minutos después que la llamamos", dijeron conmovidos. "Nuestra intención no fue despertar ninguna expectativa, el olor era tan fuerte que por eso avisamos".

Hasta ahora el origen de la pestilencia es un misterio, aunque ya está descartado que tenga origen orgánico. Los vecinos lo asocian con los últimos días de trabajo de la empresa que pavimentó el barrio, y en particular con tierra que fue traída no saben de dónde para rellenar el terreno de la calle Pelagatti donde funcionó el obrador.

El subsecretario de Gestión Ambiental del municipio dijo que se demorará en conocer el resultado del análisis del suelo. Pero su sospecha es que la tierra está impregnada de algún producto utilizado para la cura de árboles frutales.

"El trabajo es complejo y se hará en Buenos Aires, aquí no todos los laboratorios están equipados", explicó. "Hay que ir probando para saber qué puede ser, por el método del descarte".

Según cuál sea el producto que produce el olor que afecta a los vecinos, dijo Roca, "habrá que hacer algún trabajo de remediación para erradicarlo".