Absolvieron a profesor acusado de abuso sexual

Los jueces coincidieron en que las pruebas no alcanzaban a ratificar la versión de la presunta víctima. Hubo aplausos de colegas del imputado e insultos de familiares de la jovencita.

La madre de la joven que denunció el abuso, tuvo que ser asistida por médicos tras sufrir un desmayo tras conocerse la sentencia.

VIEDMA (AV).- El profesor de gimnasia artística Rubén Pérez fue absuelto. Se lo había procesado por el delito de "abuso sexual gravemente ultrajante agravado por su calidad de autor".

En una sala colmada de docentes de Educación Física, alumnos de Pérez, familiares y una custodia policial reforzada se escuchó la extensa sentencia del Tribunal. En el final hubo aplausos, llantos e insultos al docente de parte de la madre y familiares de la jovencita de 17 años que también siguió la lectura del fallo.

La madre de la adolescente sufrió un desmayo al retirarse de la sala de audiencias y luego de ser asistida por un servicio de emergencia se retiró a su casa.

"Pocas veces me ha parecido tan cierto, como en esta ocasión, aquello de que 'proceder dudando es la regla a que ha de atenerse el juez penal para llegar a la certeza a través del pasaje extenuante de la incertidumbre' y teniendo el convencimiento de no haberla superado, no dudo en proponer la absolución del acusado", sostuvo en su voto la camarista María del Carmen Vivas de Vázquez al que adhirieron los otros dos integrantes del Tribunal Susana Milicich de Videla y Eduardo Giménez.

Enfatizó que durante el debate "se me ha representado la posibilidad que los hechos hubieran ocurrido, dejando aún de lado la imprudente imprecisión de la requisitoria y su lamentable reiteración en el alegato del fiscal de Cámara, pero al intentar instalar la certeza exigida, fracasa el acometimiento por ausencia palmaria de respaldo probatorio".

Agregó que si bien la denuncia y su contexto no aparecen increíbles, todas y cada una de las circunstancias "han terminado por desmerecer la única prueba de cargo directa: la versión de la víctima" Consideró que "sería deplorable sentar un precedente en el que se condena por violación en base al sólo dicho de la presunta víctima, fundado en presunciones que no conforman el requisito legal de constituirse en graves, precisas y concordantes".

Tanto para el Fiscal de Cámara Juan Ramón Peralta como para el abogado querellante Danilo Vega, Pérez abusó sexualmente de la joven, pidiendo el primero 12 años de prisión y 20 años el segundo. El defensor Nelson Echarren pidió la absolución, fundamentando hechos difusos e imprecisos y "una desmesura en la acusación".

En el fallo se señaló que "éste no es un caso que se pueda comparar con la jurisprudencia citada por la querella y la acusación: Ursino... Allí se trató de un hecho diametralmente distinto que sólo quien lo ha vivido, teniendo en cuenta la edad de la víctima, lo pudo relatar como lo hizo".

El Tribunal calificó de imprecisa la acusación elevada a juicio que "nada aportó a los fines de acreditar los hechos que se le atribuían al acusado, siendo ésta su obligación" También cuestionó una indefinición de fechas respecto a la acaecencia de los hechos y que sólo se hizo mención al período comprendido entre 1997 y 2000, cuando la menor tenía entre 11 o 12 años, acusando a Pérez de haber abusado de la niña en reiteradas oportunidades mediante tocamientos en las zonas pudendas, no sólo en el club donde daba clases sino en su domicilio particular a donde la llevaba con el pretexto de hacerle masajes Fue acusado de tocar los pechos y genitales de la menor, y que en el marco de una actividad de pretemporada de verano en la pileta "le introdujo los dedos de su mano debajo de la malla y le masajeaba las zonas pudendas".

Pérez quedó ayer en libertad, tras más de un año de detención.

"No se obtuvieron indicios directos"

VIEDMA (AV).- Para el Tribunal, en el desarrollo de la audiencia fueron perdiendo entidad las acusaciones que originalmente se le hicieron al imputado.

Reiteró que "es posible llegar a un juicio de certeza incriminante en este tipo de delitos con los solos dichos de la víctima, pero cuando su relato -revestido en principio de verosimilitud- se ve apoyado por otras circunstancias o indicios aunque sean indirectos. En esta causa no se obtuvieron".

Parámetros normales

En cuanto a los testimonios de otras alumnas del gimnasio sobre "piquitos, palmadas en la cola, besos y abrazos" que solían ocurrir luego del entrenamiento y "que podía en algunos casos no gustarles, se ha sostenido que son comunes en este tipo de actividad y que además ocurría con todas las alumnas, pone en evidencia que todo se desarrollaba dentro de los parámetros de la normalidad. No advierto la perversidad indicada por la querella más allá que desde el punto de vista personal pueda parecerme totalmente inadecuado".

Se destacó también que se estaba frente a alumnas que se preparaban para alta competición, siendo la menor una de las que más se destacó.

Sobre la conducta de la menor víctima se subrayó que según testimonios "exigía la atención de Pérez. Le pedía que la elongara y la cuidara en los ejercicios. Cierto es que el imputado le dedicaba toda su atención pero también cuidaba al resto"  

Diario íntimo

La denuncia penal fue presentada luego que la madre de la jovencita leyera en su diario que "no quiero volver a empezar a hacer gym, porque realmente en los cinco años y medio que hice, no los disfruté mucho..!! en realidad todo lo que gané fue bueno pero el ruso la cagó. Lo odio, yo sería una chica normal si no fuese por ese asqueroso. La verdad es que nunca me voy a animar a decirle a mi viejo todo lo que me hizo pero lo hablé con mis amigas de gym y ellas me súper entendieron porque les pasó lo mismo".