Por portación de arma de guerra

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un hombre que fue detenido en los pasillos del hospital portando una pistola calibre 9 milímetros deberá cumplir tres años de prisión efectiva, porque registraba una condena anterior El imputado, Javier Méndez, dijo en su descargo que el arma no le pertenecía, pero los jueces no le creyeron.

El hecho ocurrió el 7 de abril de 2003 en el hospital, cuando el imputado se presentó con la presunta intención de visitar a su hijo, que estaba internado en la sala de neonatología Sin embargo, una hora antes habría ocurrido un conflicto familiar con su mujer, quien lo habría denunciado por amenazas, y pidió auxilio a la policía al ver que llegaba al hospital. Méndez fue trasladado hasta la comisaría Segunda y puesto a disposición del juez de turno, quien en función de sus antecedentes y de la peligrosidad demostrada lo dejó detenido Méndez aseguró a los jueces que luego de requisarlo le exhibieron un arma de fuego que él no portaba, y aunque los testigos no observaron la requisa, los jueces le atribuyeron credibilidad a las declaraciones de los policías que actuaron en esa ocasión. Al momento de graduar la pena los jueces de la Cámara Primera no pudieron soslayar la existencia de una condena anterior, a 6 meses de prisión en suspenso, que debía sumarse a la nueva pena La portación ilegal de armas es un delito de peligro, que no necesita consumarse para ser considerado. Por esa razón, las autoridades restringen el otorgamiento de las licencias, y no basta la invocación genérica de la probabilidad de ser víctima de un delito para que consideren el permiso.