Un joven murió apuñalado en un barrio periférico de Bariloche

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Un joven de 22 años encontró la muerte en un camino vecinal del barrio Pilar II, a manos de uno o más desconocidos que lo ultimaron con una certera puñalada en el lado izquierdo del tórax En el marco de las hipótesis que investigan las autoridades de la comisaría 28 y el juez Gregor Joos, una versión indica que el muchacho había salido de la casa de su novia para comprar cigarrillos cuando fue atacado, y otra lo ubica asistiendo a un asado al que concurrieron individuos de reconocida peligrosidad.

El hecho ocurrió minutos antes de las 18 de ayer en el barrio Pilar II, en un camino que asciende por las estribaciones del cerro Ventana, a unos 14 kilómetros del centro de la ciudad. La noticia de que había una persona herida junto a un pequeño bosque de pinos, fue recibida en forma simultánea por el cuartel central de Bomberos y por la comisaría 28, pero cuando llegaron al lugar la víctima ya estaba muerta.

 Distintas versiones  

La primera versión indicaba que el cuerpo del muchacho, de 22 años y apellido Chodilef, había sido encontrado por su novia, una joven vecina que habría salido a buscarlo, inquieta por su tardanza, dado que la víctima le habría dicho que tenía que comprar cigarrillos.

La otra versión, que podría no ser contradictoria, indica que la víctima, con domicilio en el barrio Arrayanes, había compartido un asado con otros muchachos, del barrio Pilar II y otros cercanos, y que habría dejado la reunión para dirimir diferencias con otro de los asistentes que habría sido quien lo ultimó con un certero puntazo.

El barrio Pilar II está habitado en su mayoría por pacíficos trabajadores, pero tampoco son extraños los hechos de sangre. Cerca de las 22 del 15 de setiembre de 2002, en el pasaje público que une los barrios Pilar I y Pilar II, Arturo Omar Macías se desplazaba caminando por dicha arteria y se presentó montado a caballo Francisco Javier Santibáñez, quien tras insultarlo y provocarlo lo embistió con el equino y lo apuñaló sin bajarse con una daga.

Los jueces de la Cámara Primera del Crimen entendieron que Santibáñez había actuado con con alevosía, al aprovecharse de estar armado y montado en el equino, y le impusieron tres años de prisión efectiva.