Preolímpico de básquet

Argentina inicia el camino a Atenas

La selección debuta ante México en Puerto Rico, donde hay tres plazas olímpicas en juego.

Emanuel Ginóbili y compañía enfrentaron a México en la etapa de preparación. Ganaron dos veces y perdieron una.

Con la chapa de favorito ganada por ser subcampeón mundial -además de ser el primero en vencer a un "Dream Team"-, la Argentina comenzará su participación en el Torneo Preolímpico de básquet que dará tres plazas para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 El seleccionado dirigido por Rubén Magnano, que excepto Hugo Schonochini, tendrá a todos los que jugaron el Mundial de Indianápolis, debutará hoy ante México, a las 15.30 de la Argentina (ESPN en vivo).

También hoy jugarán Puerto Rico-Uruguay y quedará libre, Canadá En tanto, en la otra zona, jugarán, en el partido más atractivo de la primera jornada, Estados Unidos (con Tim Duncan como estrella destacada, pero sin Karl Malone, quien fue reemplazado por Kenyon Martin debido al fallecimiento de su madre) ante Brasil y Venezuela-República Dominicana. Tendrá fecha libre el equipo de las Islas Vírgenes.

Los primeros cuatro de cada grupo de la fase inicial -sólo quedará eliminado el último- pasarán a la segunda parte del torneo con puntos de arrastre (el máximo es 6) y enfrentarán a los seleccionados de la otra zona Al finalizar la segunda parte, el primero y el segundo jugarán por el título y el tercero y el cuarto por el lugar que falte para llegar a Atenas El mantener la base que jugó la final del Mundial hace un año permite que el grupo mantenga la misma química y fortaleza. Fue dicho varias veces por los mismos jugadores que la amistad, la confianza en su juego y la mentalidad ganadora son sus puntos más fuertes.

En los amistosos de preparación, Magnano y sus colaboradores buscaron pulir y coordinar el juego en equipo, algo que, según señalaron, lograron de a ratos en los tres amistosos ante México (especialmente en el último donde "Manu" Ginóbili y compañía ganaron 110 a 68) Por el momento, el único tema que le inquieta al cuerpo técnico es el desgaste físico del equipo, ya que sus jugadores tuvieron poco descanso tras una temporada por demás exigente en Estados Unidos y Europa.

Además, Fabricio Oberto aun no se recuperó totalmente del esguince de tobillo izquierdo que arrastra desde los playoffs de la liga española También Leandro Palladino mantiene un malestar en la rodilla derecha operada y una bursitis en la vaina del tendón de Aquiles derecho; Alejandro Montecchia tiene una molestia en la rodilla derecha y Andrés Nocioni una molestia en el ojo izquierdo Vale destacar que, a la hora de ir a pelear la clasificación en la segunda vuelta, la Argentina se encontrará con un Dream Team mucho más fuerte que el del Mundial -"lo único que me preocupa son los rivales, nosotros estamos muy bien", dijo Magnano.

Puerto Rico se renovó, mejoró su juego y será local con todo lo que ello significa, y Brasil, que contará con dos NBA -Leandrinho y Nené- y viene de ganar el Sudamericano y los Juegos Panamericanos El sueño argentino de conseguir una medalla en Atenas comenzará hoy, bien lejos de Grecia. (DyN/AR)

El interminable 'Piculín'

Hace tres años, en Neuquén, José "Piculín" Ortiz (foto) anhelaba el regreso de Puerto Rico a los primeros planos del básquet de América. Hoy, con casi 40 años (los cumple en octubre) está a punto de culminar su gloriosa carrera y concretar su sueño Antenoche lo comprobó la selección argentina, que en su último compromiso de preparación para el Preolímpico, perdió por 84 a 81 con los boricuas. El partido fue equilibrado durante todo su desarrollo, pero el equipo de Magnano mandó en el marcador en los tres primeros parciales (20-25, 45-46 y 62-65). En el último cuarto, 'Piculín' empató el partido y en los segundos finales su equipo sacó una pequeña luz para llevarse el triunfo.

Así, el seleccionado argentino cerró su preparación, con el saldo de siete triunfos (tres con España B, dos con Panamá y dos con México) y dos reveses (México y Puerto Rico).

Opinión

¿Pero no era que el deporte era lo único que funcionaba bien en la Argentina de la crisis? ¿No se decía que el país debía tomar ejemplo del deporte para salir a flote? ¿Dónde están hoy aquellos informes de TV y suplementos de prensa que recordaban el gran 2002 del deporte argentino? ¿Y el optimismo de aquel Secretario de Deportes, convertido en vicepresidente de la Nación gracias en parte a la visibilidad que le dieron aquellos éxitos que ahora parecen lejanos? "Santo Domingo debe servir como despegue a todo lo que se hizo en los últimos años en el deporte argentino", decía sólo veinte días atrás Daniel Scioli.

Durante los Juegos, la situación no varió mucho. Oro de Juan Cerra por primera vez en cuarenta años en el atletismo masculino. Oros de Georgina Bardach y José Meolans por primera vez en cuatro décadas de natación sin triunfos. Ratificación de Javier Correa. Victorias de Las Leonas, los varones del hockey y del fútbol, éste último siempre tan importante para el orgullo nacional, máxime si el vencido es Brasil. Pero llegó el último día de competencias y no quedó más remedio que mostrar el medallero final de los Juegos. Argentina quedó séptima, igualando su peor posición en 52 años de historia en Panamericanos ¿Cómo lo que era sólo gloria se convirtió en fracaso de la noche a la mañana? ¿Era sólo gloria aquello? ¿Es sólo fracaso el presente? Vamos por partes: aquellos éxitos de 2002, como algunos que siguen en 2003, fueron ciertos, igual que los oros históricos de Cerra, Bardach o Meolans. Pero el deporte es mucho más que algunas disciplinas de conjunto o que algunas individualidades de renombre. Esos deportes y esas individualidades, sin embargo, funcionaron como árboles que no dejaron ver el bosque. A ello colaboraron funcionarios oportunistas y una prensa cuya opinión estará cada vez más condicionada a medida que siga aceptando pasajes y hotelería gratuita, como ocurrió con una decena de periodistas invitados por la Secretaría de Deportes a Santo Domingo. Triste parábola: el vóleibol, cuya exclusión de los Panamericanos jamás recibió una defensa enérgica del Estado argentino, terminó cediendo al periodismo sus asientos de avión y camas de hotel cuatro estrellas, mucho más confortables y ventiladas que las que sufrieron los atletas en la Villa Ahora, descubierto el séptimo puesto panamericano, se advierte entonces que los 24 millones de pesos son un presupuesto insuficiente, que las instalaciones del CENARD se han deteriorado, que faltan entrenadores extranjeros y competencia exterior y que el deporte argentino no se alimenta solamente de fútbol, tenis, básquet o hockey, por más tarjeta de crédito que pague suplementos gráficos o entrevistas de TV.

No resulta fácil ir contra la corriente: antes de los Juegos, un funcionario se enojó cuando el cronista quiso averiguar en qué se basaba tanto optimismo oficial previo. Y, ya en plena disputa, un diario editorializó enojado que hablar de "árboles que tapan el bosque" era "pinchar el globo". En esa misma edición, un equipo de suplentes de Boca que empataba un amistoso en España ocupaba casi las seis primeras páginas del diario y gozaba de un cronista como enviado especial. Para que quede claro: el amistoso de los suplentes tenía ese día el mismo espacio que los medallistas panamericanos, que, por otra parte, no tenían enviado especial. Es una anécdota, pero que sirve como símbolo: la cultura deportiva argentina se alimenta del fútbol. ¿Y qué hacemos con el resto? A las empresas privadas, se sabe, sólo les interesa el deportista de podio. ¿Y cuánto apoyo debe dar entonces un Estado en crisis a sus atletas de élite? La pregunta nos la formulamos todos (prensa incluida) cada cuatro años, cuando llegan los Juegos Panamericanos u Olímpicos. Cuando ya no quedan árboles que puedan tapar el bosque

Ezequiel Fernández Moores