Quilmes lo encontró sin quererlo

El cervecero mejoró en los minutos finales y le ganó a Chicago para seguir arriba.

En Mataderos parecía que el empate estaba sellado, pero en los diez minutos finales se despertó Quilmes y ganó con lo justo.

Cuando pintaba para empate a cero, cuando las críticas del encuentro se encaminaban para hacer hincapié en lo malo que fue el partido, Quilmes tuvo un rapto de fútbol y le ganó a Nueva Chicago, en Mataderos, por 2 a 0 Los goles lo marcaron, a los 35 minutos del complemento, el delantero Pablo Garnier y ya en el final, de contra, Diego Ceballos, para darle así a Quilmes su segunda victoria consecutiva que lo deja en lo más alto de la tabla de posiciones en su regreso a la primer divisón tras 11 años de ausencia El primer tiempo fue malo. Por momentos, muy malo. Trabado, enredado, friccionado. Chicago y Quilmes se empecinaron en no darle a la tarde ningún adjetivo como la gente. Ambos equipos se abusaron del pelotazo Ni siquiera hubo intentos de jugadas elaboradas y entonces, Cigogna, el delantero de Quilmes que corrió muchísimo para hacese de la pelota, se quedó sin nadie con quien jugar. Algo de Huertas y Elvio Martínez en el local, y el ida y vuelta de Trullet en la visita, todos jugadores de marca y sacrificio, fueron quienes se destacaron en la primera mitad. Recién a los 41 pasó lo más importante Fue cuando Ceballos de

finió, lógicamente mal y poniéndose a tono con el encuentro, un mano a mano con "Nacho" González. En el complemento, levantó el rendimiento Quilmes merced a los trabajos de Benítez y Zanabria, aunque el equipo "cervecero" carecía de peso ofensivo que le dio el ingreso de Garnier Los dos estuvieron un poco más activos -eso no quiere decir que jugaban bien- a medida que avanzaba el encuentro y tuvieron sus chances. Primero Chicago. A los 23, Pontiroli le tapó un mano a Testa. Enseguida Quilmes. A los 30, "Nacho" hizo la ataja de la tarde frente a Zanabria El gol llegó a los 35. Centro cruzado desde la izquierda de Braña, que Garnier tocó cruzado con la experimentada defensa local mirando el gol del puntero del campeonato. Chicago se desesperó por el empate, pero nunca llevó peligro ante un Quilmes muy bien parado en la última línea que esperó salir de contra y.. El nocaut llegó en el final. Braña metió un pase en profundidad desde la media cancha para Ceballos quien dejó en el piso al arquero, marcó el gol y se fue gritando con su tribuna el segundo y la punta.