ENTREVISTA

"Argentina no tiene grandes jugadores"

Es el "Macaya Márquez" de la prensa española.

Había augurado que Riquelme en España fracasaría.

Segurola asegura que el único jugador argentino que puede llegar a ser un gran futbolista es Aimar.

Esta no será la primera vez que Santiago Segurola (Vizcaya, 1957) espante las conciencias nacionales. Cuando ya nos sentíamos seguros con algunos de nuestros ídolos futbolísticos, confiados en que después de Diego Maradona había vida en reencarnaciones menos geniales pero de todas formas maravillosas y dignas de gloria, este periodista español, un crack dentro de un universo crítico de sobresalientes profesionales de las letras deportivas, se tomó el atrevimiento de desnudar, dos años atrás, a Juan Román Riquelme y diseccionarlo desde una columna como a una foca, como a un ave exótica, un cadáver exquisito, para luego devolvérnoslo con las vísceras al aire. Fue Segurola quien bajó de su pedestal a este dios pagano en desgracia que es hoy Riquelme.

Ahora es el turno del fútbol argentino.

- Usted dijo que Riquelme no encajaría en Barcelona. ¿Lo que ocurrió fue tal como pensaba?

-Antes que nada le tengo que decir que Riquelme es un buen jugador. Aquel artículo no significaba que desconsiderara a Riquelme como un buen futbolista. Lo que no creo de ninguna manera es que fuera un crack a la altura de los mejores del mundo y tenía muchas dudas de que fuera a triunfar en España por las razones que expuse. Creo que Riquelme es un jugador que podría funcionar muy bien en un equipo que estuviera armado alrededor de él. No creo que ni el Barcelona ni el Madrid ni ese tipo de equipos puedan armarse en torno a Riquelme porque creo que no lo merece. Sería un buen jugador sobre el que se podría armar un equipo medio de España.

- ¿Cree que el Barça intentó emular la caza de cracks del Real?

- Claro, pero ubicar a Riquelme en el mismo nivel que Zidane es imposible. Estoy preocupado por la visión que se tiene en la Argentina por algunos de sus jugadores. A mí me encanta el fútbol argentino, me encantan sus jugadores, pero creo que este no es el mejor período. Y creo sinceramente, lo digo ya desde hace años que Argentina no tiene grandes jugadores. Tiene algunos buenos jugadores, pero ahora mismo no puede competir con Francia, ni con Inglaterra incluso con Italia en la cantidad o calidad; no digamos con Brasil. Yo desafío a cualquiera que me diga qué jugador argentino ha destacado en los grandes clubes europeos, qué jugador argentino ha marcado la diferencia. Y no me sale ninguno. Y si en los grandes clubes europeos no hay jugadores que marquen la diferencia, cómo es posible que la selección argentina vaya a ser la mejor. Es que no es así. Es incierto. En este momento Argentina tiene buenos jugadores y uno que en mi opinión tiene las condiciones para ser un muy buen jugador que es Aimar.

- Previo a Japón, existía la presunción, por los futbolistas, por el técnico, de que Argentina disputaría al menos la final.

-Bielsa es un magnifico entrenador y es un hombre realista. Y creo que Argentina tuvo mala suerte en el mundial, jugó mejor que sus rivales pero creo que en el mundial los jugadores determinan la diferencia y Argentina, lo digo con humildad, no tiene los jugadores para hacer diferencia. No los tiene. Vi Real-Inter en la semifinal de la Copa de Europa y Crespo fue sustituido en el minuto 60. Ninguno de los campeones de las grandes ligas ha tenido un jugador relevante argentino. Ni Madrid, ni Manchester: Verón no ha existido.

Entonces, ¿dónde estamos?

- La visión argentina acerca de sus jugadores parece más un cuestión cultural que deportiva.

- Si, yo creo que sí. Es un país muy apasionado por el fútbol. Que ha depositado en él demasiadas cosas para evadirse de otras realidades durante mucho tiempo. Para mí hay un fanatismo que es admirable en algunos lados, pero por otra parte me preocupa. Lo digo con la máxima admiración, tengo amigos extraordinarios allí y me encantaría que les fuera bien a ellos y a su fútbol pero no sé, a veces me parecen algo obsesivos.

- Hablemos del Madrid, ¿qué piensa del "equipo galáctico", de la llegada de Beckham, de la gira?

- Por un lado el Madrid nos ha entusiasmado porque se siente un poco el faro del fútbol. Pero me parece un poco obsceno. Hay un exceso de comercio y de atención. Algo que no es estrictamente fútbol y eso me preocupa, pero no sé si es porque me estaré quedando viejo. Tengo la sensación de que el fútbol va hacia un lado que cada vez nos aleja más de la idea de fútbol que tenía mi generación y las anteriores. Esto se parece más a la industria del ocio, al cine, a todo eso. A invertir para ganar dinero Desde el punto de vista futbolístico es un equipo descompensado, que sólo mira hacia un lado, hacia el lado de las estrellas y son estrellas de ataque. Pero están bien elegidas: debajo del mundo mediático que hay en Zidane o Ronaldo no se nos puede escapar que son de los mejores de mundo. Lo digo así porque les veo los domingos y son verdaderamente excepcionales. Beckham es un jugador menor, por así decirlo, pero es un muy bueno para lo que necesita el Madrid. Es un poco contradictorio lo que sucede: por un lado lo del club preocupa y por otro satisface.

-Podría profundizar el concepto de "descompensado"...

-Es un equipo que tiene una defensa normal. Casi diría vulgar. Con unas posibilidades de ataque inmensas y un centro del campo casi inexistente. Sólo Makelele es un centrocampista puro, el único con capacidad defensiva. Desde el punto de vista del equilibrio no parece lo más agradable. Pero bueno, ellos han apostado por esta línea y no les ha ido mal sinceramente - ¿Cómo cree que se relacionan semejantes egos en un vestuario?

- Creo que para jugar al fútbol hay que tener mucho ego y mucha vanidad. No es posible ser un gran jugador sin tener la vanidad y salir a enfrentarte a otro equipo delante de 100 mil espectadores y ser examinados por la prensa como ellos lo son. Nos guste o no, es importante la vanidad para jugar al fútbol. Pero yo creo que al final, por lo que sé, son bastante buenos chicos. Me han hablado bien de Ronaldo como un hombre que hace buen vestuario. Zidane es un hombre tímido y no tiene interés en la prensa. Raúl es un hombre complejo pero con una capacidad de trabajo y compromiso con el club enorme. Y, por lo que sé, Beckham es un chico estupendo. También está deseando jugar al fútbol más que salir en los medios. No creo que el vestuario del Madrid sea más conflictivo que el de otro club. Todos las plantillas que conozco terminan siendo conflictivas. Y hubo una época en el Madrid en que hubo mayor conflicto.

- El último equipo por caso, que terminó con Hierro afuera...

-Creo que son buenos chicos, pero muchos de ellos no son muy inteligentes. Han cometido un error de torpeza y de soberbia, creían que estaban por encima del club y que podían tomar decisiones. Las consecuencias las tenemos ahora: el capitán fue despedido. Creo que eso fue un mensaje claro del club. Lo que hizo Hierro fue una estupidez enorme. Desafío al presidente y al club y fue una equivocación brutal. Fue parte de una política de consentimiento a los caprichos de los futbolistas porque son estrellas, que viven en una burbuja que les hace cometer acciones inapropiadas.

- ¿Qué sabe del pase de Milito?

-Mis noticias fueron de que habían dudas en el apartado médico - ¿Sólo eso?

-Es más creo que para el presidente y para Jorge Valdano fue un golpe no poder fichar a Milito.

Pablo Perantuono Claudio Andrade

Cae la tinta en estocadas finas

En 1997, en las pocas charlas sin casete que se permitía con los periodistas que cubrían Vélez, Marcelo Bielsa apuntaba: "Lean a Segurola de El País, es la persona que mejor sabe ver el fútbol". Cuando Bielsa voló a España para trabajar, se conocieron. Hoy, de tanto en tanto, comparten cenas en Madrid, junto a Jorge Valdano.

Dentro del "olimpo" de cronistas de deportes, Santiago Segurola ocupa un lugar central, un hombre capaz de escribir dos páginas enteras de una carrera de 100 metros llanos, o de disparar con fina prosa sobre las miserias del magnánimo Madrid. Su mirada -sencilla pero brutal, erudita pero coloquial- lo convirtió en un referente de la prensa iberoamericana. Es redactor jefe de El País, el diario más leído de lengua hispana. Ocupa ese cargo porque fue votado por sus compañeros de trabajo. Igual que es elegido todas las medianoches por los oyentes, que convierten su programa radial "El larguero" en uno de los más escuchados de España.