Lifune

Con la marcha nupcial de fondo, se postergó un partido

Hugo Silva justificó la postergación de Maronese-Alianza.

NEUQUEN (AN).- Un partido postergado con marcha nupcial de fondo fue el comentario en las canchas el fin de semana. Generó cierta polémica y hasta alguna sonrisa, porque fue un hecho llamativo. Maronese y Alianza no salieron a jugar el cruce del Clausura de Lifune por el casamiento de un jugador y algunas desinteligencias.

Conrado Martínez, delantero del "Maro", que se apresta a volver a Italia donde fue admitido en un equipo de la serie C-1, se casó el sábado. Quería llegar con alianzas a la península.

Sus compañeros no podían acompañarlo en ese momento y jugar al otro día, y por eso los dirigentes "tricolores" presentaron una solicitud, con la suficiente anticipación, para adelantar el encuentro el sábado.

En principio el rival dio el visto bueno. Después los aliancistas tuvieron problemas para juntar a los jugadores y, de común acuerdo, se decidió postergar el choque.

Los que critican la medida, afirman que esto afecta la credibilidad de la entidad, pero los protagonistas de la historia dicen que no es para tanto.

Mientras los clubes estén de acuerdo, no hay problema. Esa es la política que se aplica en la liga y así se avaló la postergación.

Para Hugo Silva, presidente de Maronese y en buena medida protagonista porque la novia de la boda en cuestión es su hija, comentó que "nosotros hicimos las cosas bien, presentamos el pedido de adelantamiento, Alianza lo aceptó y por eso seguimos adelante con el casamiento".

Juan Carlos De Antoni, el mandamás de Alianza, admitió que "dimos nuestra palabra para jugar el sábado, para solucionar el problema, pero después el técnico dijo que le iban a faltar muchos jugadores y eso nos obligó a pedir la suspensión".

El dirigente, que además es vicepresidente de Lifune, manifestó que "es una actividad totalmente amateur, los chicos no cobran y tenemos cuatro jugadores que trabajan los sábados hasta tarde en un supermercado. Por suerte tienen trabajo. Con un plantel como el nuestro, no nos podíamos presentar".

Agregó: "el partido lo vamos a jugar, no hay porque agrandar las cosas. Otros cotejos se suspendieron para que dos clubes vayan a jugar un torneo amistoso a Chos Malal. En ese caso tampoco la liga se podía negar".

El partido no se jugó. La fiesta se hizo. Hubo unas 200 personas, incluidos los integrantes del equipo de primera de Maronese, que acompañaron a Martínez y señora en el inolvidable momento. Una vez que se juegue el cotejo, posiblemente nadie se acuerde del incidente.

Los despertó el vals

El vals de los novios trajo polémica. Algunos despertaron su condición de profesionales e hicieron la más fácil: criticar a la organización de la liga. Recordaron su condición de afiliada a la AFA y la necesidad de que respete aspectos reglamentarios, porque es "poco serio" postergar un partido por un casamiento.

El fútbol doméstico es amateur, más allá de los pagos mínimos que aparecieron en este último año. La gran mayoría todavía juega por la camiseta, por el barrio o porque los junta el afecto. Ese es el caso de Maronese.

En el final del Clausura, Boca fue a Rosario con juveniles y se volvió con un 2-7, mientras los "grandes" festejaban. En un fútbol profesionalizado de verdad, eso sí es criticable.

En Lifune hay peores desprolijidades que una postergación. Muchos exigen un profesionalismo que no brindan. (AN)