Grandes obras en concierto

El Cuarteto de Cuerdas suma piano y contrabajo a su propuesta.

ROCA (AR).- El "Quinteto, op. 34 fa menor para piano y cuarteto de cuerdas" de Johannes Brahms y "Serenade" op. 48 para cuerdas de Piotr Tchaikovsky serán las obras que hoy, a las 22, presentará el Cuarteto de Cuerdas Fundación Cultural Patagonia, con el acompañamiento de Alan Britaev en piano y Laureano Melchiori en contrabajo, en el Auditorio Ciudad de las Artes, Rivadavia 2263.

El Cuarteto de Cuerdas de la Fundación Cultural Patagonia, que hoy integran Elvira Faseeva, primer violín; Vitali Bujiashvili, segundo violín; Gela Gelashvili, viola, y Juan Bautista Costanza, violoncello se constituyó a mediados de 1998, presentándose oficialmente el 12 de septiembre de ese mismo año en el Auditorio Ciudad de las Artes. Ha realizado conciertos en el ciclo Abono de Casa de la Cultura de Roca y en el ciclo Armonicus en el Aula Magna de la Universidad Nacional del Comahue en la Ciudad de Neuquén. En la Ciudad de Buenos Aires en el Teatro Colón, en la Sala de la Facultad de Derecho, en el Teatro San Martín, en la Sala de la Fundación San Rafael y en el Conservatorio Nacional de Música, entre otros A partir del año 2002 con la incorporación de Laureano Melchiori en contrabajo se han interpretado obras para Quinteto de Cuerdas y reducciones de obras para Orquesta de Cuerdas a quinteto.

Las obras

El "Quinteto en fa menor, op. 34 para piano y cuarteto de cuerdas" que fue calificado una vez como una "creación difícil y enredada", es actualmente una de las obras de cámara más conocidas y tocadas de Brahms. Originalmente fue compuesto en 1862 como un quinteto de cuerdas con dos violoncellos. Clara Schumann y Joseph Joachim lo calificaron como una obra maestra que, sin embargo, carecía de algo esencial. Entonces, Brahms lo rescribió como una sonata para dos pianos. Nuevamente, en esta versión se manifestaron ciertos defectos; había abundancia de potencia pero se sentía la ausencia de los cálidos tonos de las cuerdas. Finalmente, por sugerencia de Clara Schumann, lo escribió en la forma actual en 1864, con el resultado de que el piano daba la potencia y las cuerdas los tonos de color Este quinteto es considerado la última gran obra del período joven de Brahms. Los críticos han encontrado influencia de Bach en su polifonía; de Beethoven, en su carácter apasionado; y de Schubert en sus momentos líricos.

La encantadora "Serenata Op. 48 para cuerdas" de Tchaikovsky integra el repertorio de los más destacados conjuntos de cuerdas, ya sean orquestales o solísticos. Compuesta en 1881, fue estrenada con éxito considerable en Moscú en 1882; el autor la dedicó a su compañera de conservatorio K. Albrecht Consta de cuatro movimientos: el primero con forma de "Sonatina"; el segundo es un "vals" al estilo vienés animado y delicado a la vez; el tercero, "elegía", es una de las páginas más inspiradas del maestro ruso, tal vez por ser la cuerda elegíaca la de más honda resonancia en su atormentado mundo interior; el final está basado en temas populares rusos, llenos de animación; en los últimos compases puede notarse una alusión al tema principal del "allegro" del primer movimiento.