Un Noble que lucha por dejar de ser "caballero"

Iván Noble presentó "Preguntas equivocadas", su primera placa solista. Sus fans le abrieron los brazos, pero también le dejaron en claro que aún no aceptan el final de "Los Caballeros de la Quema".

Iván Noble cantó las nuevas y recordó las viejas canciones que lo llevaron a los primeros lugares.

NEUQUEN (AN)- Fueron doce años de fracasos y éxitos, de patear el tablero y despotricar contra el sistema. Sus seguidores aún no logran entrar en conciencia, olvidar aquella música suburbial y oxidante. El amanecer surgió con los saqueos de la era alfonsinista y el ocaso llegó con los saqueos de la época delarruista. Así terminó el proceso "Los Caballeros de la Quema". Así comenzó su vida como solista.

Iván Noble se para frente a su público con esa facha de rockero treintañero y de entrada, como para apaciguar a las fieras, confirma que tocará "canciones viejas".

Durante el recital que brindó el domingo por la noche en el Teatro Español de Neuquén dejó en claro que lucha por enterrar y dejar atrás el pasado, aunque aún no pueda. "Cantar temas viejos es como ver años después a una vieja novia que se hizo las tetas". Así, confirma la especie.

Ya en las postrimerías del grupo las letras de Noble se habían despojado bastante de esa estirpe rockera-quemera que lo identificó por alrededor de una década. Muchos de sus seguidores se sintieron hasta traicionados y decidieron darle un portazo final.

Y con "Preguntas equivocadas", primer trabajo en soledad, el cantante se volcó con fuerza al pop, aislando quizá su mejor faceta.

Las canciones giran y vuelven a girar en un mundo de amores perdidos y encontrados, de corazones quebrados y desilusiona-dos, de romanticismos de bar y e-namoramientos a "tercera vista".

"Si buscás un perfume no cuentes conmigo", canta en un tema; "mezcle el perfume de tu piyama con pastillas" replica en "Dejás la cara y te vas".

Ya se ha vuelto casi una costumbre (ni buena ni mala) en los músicos argentinos de cantarle a sus nuevos affaires, o de mostrar la espina enterrada por esa mujer que decidió hacer las valijas y decirles adiós. Como Fito luego de separarse de la actríz Cecilia Roth, Noble le dedica letras a una de las "niñas" del clan Ortega, su "Julieta".

"Viento en proa" es uno de los pocos golpes a la conciencia social que se da en la placa, abordando la dura realidad del país, pidiendo patearle "los dientes al horror cuando se enjuaguen los miedos que nos miedan". En "Un minuto antes de dejar de quererte", el corte de difusión, dispara un par de proyectiles contra grises gobernantes argentinos, imponiendo frases como "muy felices pascuas" "sushisados" y "síganme malandras". Y en "Argentinamente" reniega contr "este país que nos está comiendo".

Noble tiene esa onda de rocker sex-symbol que despierta a la platea femenina cada vez que la música deja de sonar. Mantiene un diálogo íntimo y agradable con su público. Puede perder la compostura con "Rómulo y Remo" y al instante sedarse y brindar una versión casi a capella de "Mientras haya luces de bar".

Los fans no se resignan a archivar el pasado. Fue por eso que el Español vibró cuando Noble acudió a "la novia que se hizo las...". Y deliraron con "Rómulo y Remo", "Oxidado", "Avanti morocha" y "Sapo de otro pozo".

Iván deberá transitar por ese duro proceso que les tocó vivir a tantos, aún a los grandes de verdad. Sus seguidores neuquinos dejaron en claro que aún no son capaces de aceptar el fina (que ya es un hecho) de la banda que germinó en las calles de Morón en tiempos de saqueos. El, él continuará siendo un Noble que lucha por dejar de ser un Caballero.

 Sebastián Busader