Los 101 años de Leni, la directora del nazismo

La controvertida cineasta cumplió años el viernes pasado

Leni Riefenstahl filmó famosos documentales sobre el universo nazi en la década del '30.

BERLIN (Reuters) - La cineasta de Adolfo Hitler, Leni Riefenstahl, la última de las figuras famosas de la era nazi de Alemania aún con vida, cumplió 101 años el viernes batallando contra la enfermedad y las controversias de su vida. Riefenstahl, cuyos filmes de una asamblea del partido nazi y los juegos olímpicos de Berlín de 1936 le dieron fama antes de la guerra y notoriedad en la postguerra, ha estado demasiado enferma para dar entrevistas o aparecer en los medios de comunicación en meses recientes.

El cumpleaños fue tranquilo en comparación con su centenario el año pasado cuando divulgó un documental submarino -su primero en 50 años- y fue amenazada con una demanda que aseguraba que estaba mintiendo sobre el destino de los gitanos de los campos nazis quienes fueron usados como extras en su película "Tiefland" en 1940 a 1942.

Un grupo de gitanos la acusó de negar el Holocausto, después que dijo a un periódico que ninguno de los gitanos tomados de los campos de concentración nazi para aparecer en la película murió en los campos. Asimismo, el grupo agregó que Riefenstahl no evitó que fueran enviados de regreso a los campos, donde muchos murieron. Los fiscales de Francfort abandonaron su investigación sobre la negación del Holocausto, una ofensa criminal en Alemania, a fines del año pasado.

La vida de Riefenstahl ha sido todo menos tranquila. La cineasta ganó premios en los festivales de cine de Venecia y París en la década de 1930 por su documental "Triumph of the Will", que destaca la escalofriante grandeza, meticulosamente coreografiada, de la Asamblea de Nuremberg de 1934 del Partido Nazi. Riefenstahl fue comisionada para hacer la película oficial de la Olimpiada de 1936.

"Olympia" fue el filme pionero de técnicas de filmación, como montar la cámara en carros eléctricos sobre rieles para seguir las carreras. La mujer siempre negó su participación política con el partido nazi o cualquier vínculo romántico con Hitler, aunque admitió que lo admiraba.