La mirada jazzística de Quintino Cinalli

Con temas de su disco "Cambio de Planes", Quintino Cinalli tocará hoy en Roca y mañana en Regina, junto con Andrés Fuhr y Enrique Nicolás. Una propuesta de fusión con sabor a jazz.

ROCA (AR).- Cuando un músico es deconocido para el gran público, se lo nombra junto al músico conocido para el que toca. Pero con esto se corre un riesgo: ocultar si el músico es malo o bueno. Sólo se sabe que toca con un músico conocido Quintino Cinalli es un músico desconocido para el gran público y toca con muchos conocidos. Pero Quintino Cinalli, baterista de jazz, es de los mejores.

Nacido en Venado Tuerto, a mediados de los '60, Cinalli se movió hasta Buenos Aires con un disco del baterista Tony Williams bajo el brazo. Ligado siempre al jazz, Quintino se acercó hasta Melopea, el sello de Lito Nebbia y allí encontró su lugar en la música: "Tengo la suerte de estar en un sello como Melopea, que distribuye la música que no distribuye nadie. Ahí puedo desarrollar mi propuesta ampliamente", dice.

Bajo ese sello discográfico, Cinalli grabó sus tres discos: "Quintino Cinalli", "Living Live" y "Cambio de planes", este último con la participación del bajista roquense Andrés Fuhr Hoy Quintino Cinalli tocará en Roca -en el hall de la Casa de la Cultura, a la medianoche- y mañana en Regina -en Café Colonial, a las 22-, junto al mismo Andrés Fuhr, bajista, y Enrique Nicolás, tecladista, en un proyecto de trío que involucra a los tres músicos "Vamos a hacer material de mis tres discos solistas más cosas nuevas, nuevas ideas que vengo trayendo. Siempre trato de presentar algo nuevo. En mi última visita fue más jazzística, con un quinteto; anteriormente habíamos hecho un trío, más fusión. Esta vez vamos a mezclar temas del último disco, "Cambio de Planes", que tiene mucho jazz con cosas cantadas, de candombe y ritmos afrocubanos, con preponderancia en la parte percusiva. También habrá muchos invitados de la región", adelantó Cinalli.

"Va a ser muy interesante: por un lado todo lo jazzístico que puede sonar el trío, más todo el condimento de las voces, la percusión. No va ser un recital puro de jazz, con muchos solos", abundó Fuhr.

Se conocieron cuando Quintino vino a tocar con Aznar hace cinco años. Después del show, Quintino y los demás músicos fueron a otro boliche a tomarse algo. En el lugar tocaba la banda de Fuhr. Dice el baterista que "subimos a zapar y hubo buena onda; me gustó lo que escuché. Al año volví y armamos un trío; así empezamos a tocar juntos. Desde ahí hasta ahora seguimos".

Sobre el jazz como género, tienen una concepción muy amplia "Después de pasar por el jazz, éste se transforma en un punto de vista, una manera de ver las cosas. Vas a tocar candombe, vas a tocar tango, músicas folclóricas de distintos lugares con una mirada jazzística, con una estilización de las armonías, con improvisaciones. La mirada jazzística es justamente la aparición de libertades", señaló "El jazz es un género muy abierto; es una música muy abarcativa, digo que es la madre de las músicas. El paso por el jazz te permite romper un poco lo esquemático de los géneros folclóricos. El jazz permitió que los géneros folclóricos de todo el mundo se abrieran".