Los hermanos sean unidos

El Coro Nacional de Jóvenes galardonado en Europa llegó de la mano de "Coral Sur"

Unas seiscientas almas agasajaron con calidez a los protagonistas, en una iniciativa que unió a Roca y Neuquén.

NEUQUEN (AN).-En otros tiempos, un poco más holgados, la Argentina era cruzada por las agrupaciones corales en intercambios y festivales. Cualquier localidad del Valle -grande o pequeña-; Madryn y el mismo Trelew eran polos de atracción e irradiación de una fuerte actividad coral. Aún con nucleamientos de medio centenar de integrantes, en no pocas ocasiones, en una misma jornada se encontraban entre cinco y diez pares. Mil almas en el canto colectivo y ni hablar de las agasajos con vituallas y brebajes posconciertos!

Por estos tiempos de cólera y muchas otros flagelos peores que los descriptos por Gabriel García Márquez, es excepcional aquella multiplicidad de encuentros.

Por eso, que "Coral Sur" de Roca se haya animado a encarar el rol de anfitrión del Coro Nacional de Jóvenes de Argentina, y a la vez, como dijo su director Hernán Muñoz "no dejárselo solamente para los roquenses" porque sería mezquino, sino arriesgarse con una presentación en el Cine Español de Neuquén, fue una decisión que tuvo sus costos. Su alto costo económico y tal vez -para aquellos que observan desde afuera- cierta decepción de no ver el cine hasta las pestañas.

Este imprevisible Neuquén! La propuesta del Coro Nacional de Jóvenes es del mejor cuño, con un prestigio ganado en el extranjero, que lo hizo merecedor, hace poco tiempo, del primer premio en el "40 Certamen Internacional" de Spittal an der Drau (Austria), compitiendo en polifonía con ocho coros europeos y uno de Estados Unidos y del primer premio también, en la categoría folclore.

La obra con que ganaron 97/100 en el puntaje, es un estudio excelso sobre una amplísima gama de posibilidades de la voz humana (melodías, gemidos, susurros, gritos, chistidos, gorgeos, gorgoteos y más) de Robert Sund -datada en 1976- con el nombre de "Aldrig blir jag riktigt stor" que sonó gloriosa.

En apretada cuenta, los jóvenes se lucieron con los grandes exponentes (Monteverdi, Lotti, Rachmaninov) y con los preciosos aires provincianos: cueca, chacarera, gato, el inefable tango. En esta sección, a los compositores de peso (Piazzolla, Viñas-Guerrero, Abalos) se sumó el valor agregado de interesantes arreglos como los de Mansilla, y en especial en "La chacarera del rancho" del integrante y joven arreglador Mario Esteban y del director del Co.Na.Jo Néstor Zadoff en e "Buenos Aires hora cero" de Piazzolla.

Los Maestros y sus estilos

Néstor Zadoff, amén de su profesionalidad -y cuyos frutos servidos en bandejas pudieron ser degustados con placer, por cerca de 600 personas en la noche del sábado- posee la capacidad de hacer participar al espectador, con frescura y buen humor. Marcando dos cosillas y simulando enredarse en una explicación sesuda, Zadoff se mete al público entre su camisa y su piel.

Se gana al público, cuando ya sobradamente con sus jóvenes lo tenía de su parte, a fuerza de un repertorio con exigencias (del que salen ajustados y airosos) y a la vez atractivo. Sólo se obvió el Kyrie (Misa Canónica) de Brahms por su extensión. Pero después, el coro se prodigó en bises: por citar uno "Del prado vengo" con arreglo del maestro Tabush.

"Coral Sur" de Roca en su tercer año de trabajo, es un ave rara. Son todos hombres (cuando suelen escasear en las agrupaciones). Mostró un trabajo digno de la aceptación del público. Buena labor vocal y una participación absolutamente medida: tres lindas obras ("Ojos claro"s de Guerrero y "Villö" de Kodaly) con una perlita para destacar "Rapsodia Carnica" de Claudio Noliani.

El maestro Hernán Muñoz, con su estilo mesurado y en puntillas, dejando todas las luces para el Coro Nacional, nada necesitó para dejar una excelente impresión.

El sábado en el cine Español, había entre el público, dos o tres veces más coreutas que los reunidos en el escenario. Conjugaron el verbo compartir. El Coro provincial de jóvenes, dependiente de Cultura del Neuquén y de manos de Teresa Queijo, le hizo un regalo a sus también jóvenes visitantes.

La iniciativa de Coral Sur, apuntalada por municipios, direcciones de Cultura, fundaciones y empresas, seguramente no quedará sólo en una muestra. Así los tiempos no sean propicios.