"Sabandijas Creativas" y los niños

A Jorge Albarracín no le iba mal en Baires y justo por eso quiso compartir su arte en otras regiones. Se instaló en Villa Pehuenia y desde allí impulsa a sus "Sabandijas

Las "Sabandijas Creativas" le acercan a los chicos el folclore.

Jorge Albarracín, porteño, criado en Martínez, dejó una intensa actividad como director artístico en Buenos Aires y se instaló en la cordillera, en Villa Pehuenia, Neuquén, donde encaró varios proyectos que tienen que ver con las raíces culturales del país Todo dedicado a los niños, en una suerte de didáctica a través de la música, la danza y el canto. Desde hace once años dirige "Sabandijas creativos" que por séptima vez se presentó en la Feria del libro Infantil de Buenos Aires con todo éxito. Junto a él la artista plástica Sonia Ruibal, instalada en Zapala, sumó al proyecto sus rostros dibujados en carbonilla, rostros que descubren historias del sur y de todas las regiones del país. Juntos mostraron su amor por nuestra tierra con un constante espectáculo en una muestra colmada de niños.

- Cómo ha sido el saldo de esta presentación en la Feria del libro Infantil

- Ha sido un éxito, es la decimocuarta edición de la muestra y nosotros nos presentamos por séptimo año consecutivo. Todos los años nos dan un stand más grande y el de ahora fue realmente importante, con un escenario montado dentro de la Feria, porque antes utilizábamos las salas de la muestra. De esta manera actuamos cada quince minutos con un montaje completo de actores, bailarines, cantantes, sonido y proyecciones, que lo niños seguían junto a sus padres sentados en la alfombra del stand. Presentamos las diversas rutinas que venimos haciendo desde hace once años, cuando el grupo se formó en Buenos Aires.

- ¿Es decir que "Sabandijas Creativos" ya viene desde hace tiempo?

- Yo hice toda mi carrera en Capital, incluso el año pasado me ofrecieron irme al exterior con mi familia, pero decidimos instalarnos en la cordillera, era una elección familiar porque nos enamoramos de la zona. Y no estamos arrepentidos, a pesar de que yo tenía mucho trabajo junto a directores de la talla de Eduardo González Gil con el que hice "Los Mosqueteros" o "Gotán", y José María Paolantonio en "Doña Flor y sus dos maridos" y "Arlt", entre una cantidad de títulos. "Sabandijas Creativos" nace cuando yo tomo la decisión de dejar esas actividades.

- ¿ Fue como empezar otra vez?

- La decisión viene porque sentí que el país estaba en un momento de crisis y reclamos. En un momento todos estaban detrás del dinero y yo sentía que estábamos detrás de la nada, porque encima no había dinero. Fue cuando en un reportaje dije que sentía la necesidad de devolver al país todo lo que me dio, que fue mucho, porque es un privilegio haber trabajado con grandes directores y artistas. Sucedió cuando fuimos a hacer una función a Villa Pehuenia el año pasado que conversamos con "Cocho" Paolantonio, la idea era ese lugar y mi interés era hacer algo donde al arte no había llegado. En la escuela-albergue de la villa se sorprendieron al vernos y los niños estaban felices. Me dije: este es el lugar y lo compartimos con "Sabandijas Creativos". Allí me instalé y desde allí sigo con mis proyectos, que incluyen el Anfiteatro Patagónico "Las Chaquiras" para 500 personas.

Jorge Albarracín como un moderno Quijote en la cordillera viene trabajando con su equipo y los niños, movido por una vocación de docencia con el espectáculo. Siempre con temas de raigambre telúrica, acompañado por profesionales en su materia. El primer trabajo, según cuenta, fue "Criollitos", un Yupanqui para niños, algo impensado que sorprendió a muchos y duró cuatro años, incluso con el agregado de hacerlo en l propia casa de Atahulapa con un impacto en todos los medios.

- ¿ Cómo toman los niños la propuesta?

- Con mucho interés, porque nos dimos cuenta que los chicos no tienen cultura nuestra y piensan que los gauchos se disfrazan, o que Yupanqui era un astronauta. Entonces les contamos y los familiarizamos con la música, porque no saben de "Lunita tucumana"- sólo saben del rock- y se la hacemos cantar, como sucedió en la Feria donde cada veinte minutos mostrábamos algo diferente con artistas como Federico Manzanares como arreglador, Fernando Nápoli en guitarra, mi hija Malena Albarracín como cantante que debuta (después de haber trabajado mucho con Hugo Midón y González Gil); Javier en charango, bailarines y todo un equipo de primera. Porque también hicimos otro trabajo que se llama "Paisajes", una ilustración de la regiones del país a través de las danzas, y "Vergüenza", eso que sienten los niños y que tomé de mi propia historia como hijo de un bailarín de folclore, que sufrió muchas cargadas de sus amigos cuando chico. Por eso también tomé el mandato de las cartas de mi padre: poner en contacto a los niños con todo lo que tiene que ver con nuestra tierra, sin vergüenzas.

Julio Pagani