Por la luz que me alumbra

Taxi

Hay dos opciones para conseguir un taxi: por teléfono o en vivo. Si llama por teléfono no vaya a hacerlo a las ocho y media de la mañana y menos un domingo o feriado, porque ese día deja de ser un servicio público, trabajan pocos autos y algunos hasta cuelgan los teléfonos para que no los molesten Si va a tomarlo un día de semana al mediodía en la vía pública es imposible, porque se van a comer y los que quedan están recontraocupados.

Recomendamos reorganizar urgencias e imponderables de una manera estricta, cosa que su taxi-dependencia dé lugar de 10 a 11 y de 17 a 19 Si usted está en la vía pública, en primer lugar hay que pararse en el cordón de la vereda y mirando hacia la calle y en contra del sentido de circulación levantar la mano. Para lograr su objetivo no hay que hacer caso si se para un colectivo, o si se le posa una paloma o le cuelgan de la mano una bolsa de residuos. Si usted saluda a alguien que pretende responder su supuesto saludo puede espantar a aquel auto que ya se dirigía a usted y desperdiciar esa media hora de espera.

En el caso de hacerlo a las tres de la mañana el objetivo puede demorar un rato, pero sepa que la aparición de un taxi es una ecuación matemática inversamente proporcional al frío, oscuridad o ansiedad del peatón por metamorfosearse en pasajero La mejor manera de que aparezca un taxi cuando uno lo precisa es sentarse en posición de loto y autoconvencerse de que no lo necesita. Esa concentración tiene que ser tan fuerte como para crear un ectoplasma casi gelatinoso alrededor de su persona. Si sus horas de yoga y meditación han sido suficientes, recién ahí una lucecita roja aparecerá en el horizonte. Pero no sea ansioso, muchos han corrido hacia la luz y han muerto atropellados por una ambulancia.

Si quiere tomar un taxi en una parada en época invernal, sea precavido, es muy posible que usted abra la puerta sin fijarse y sorpresivamente lo atropelle una horda de choferes que sale disparada desde adentro. Cuando usted ya está adentro por algún motivo siente que aún está acompañado y recién cuando se disipa la nube de humo y le ve la cara al chofer que está guardando el termo del mate y los bizcochitos, ya está arrepentido de no haber tomado el de al lado, pero es tarde.

De todas maneras, siéntase satisfecho si no llueve, ya que si lo sorprende ese meteoro y usted pretende salvarse de la lluvia tomando un taxi, tome en cuenta que las últimas generaciones de taxis han desarrollado fobia al agua y también huyen despavoridos para mantener sus rulemanes chinos bien secos De todas maneras, si logra tomar alguno es muy pero muy posible que encuentre esta nota en el piso para frenar el caos de barro. Lo decimos de posta, porque nos ha pasado.

Horacio Licera

hlicera@rionegro.com.ar