Lunes 28 de julio de 2003

Comida y afectos para los chicos en el hogar "Belén" de Cipolletti

También tienen apoyo escolar, títeres y deportes.

22_f1_p26color_samp
Muchas familias llevan a sus chicos al hogar porque saben que allí estarán seguros.

CIPOLLETTI (AC).- "Ama a tu prójimo como a tí mismo porque sólo si recibes amor, aprenderás a darlo", dice Isaac Infante, mirando a una treintena de pibes, todos sentados a lo largo de una mesa tendida, con comida calentita, y sonrisas anchas por el afecto que reciben.

El comedor de niños "Belén" hace años que viene bregando, con mucho esfuerzo, por ganarle cuerpos y almas al contínuo peregrinaje por calles donde muchas veces se corren riesgos impensados.

Isaac es pastor evangélico pero aquí no hace exclusión alguna. Este verdadero hogar por el que pasaron, pasan y seguirán pasando tantos niños y niñas que provienen de hogares muy humildes se halla ubicado en Don Bosco 1687.

Visto desde afuera pasa casi desapercibido, porque es humilde, sin ostentaciones innecesarias, pero en su interior se extiende un ambiente cálido y acogedor.

Desde sus comienzos la entidad sólo se interesa por el bienestar y el crecimiento integral de la niñez "tratando de brindarle un espacio que le permita un desarrollo pleno", comenta Infante.

Todo, por medio de acciones y programas "que los lleve a construir una realidad y un impacto duradero en sus vidas", agrega.

Junto con Isaac trabaja la incansable Griselda, y de lunes a sábados contienen a los pibes el mayor tiempo posible, muchas veces en dos turnos, resguardándolos de los riesgos de la calle y su entorno.

Comedor (almuerzo), refrigerio, apoyo escolar, clases de iniciación al inglés (a cargo de la profesora Mónica Conti), títeres, dramatizaciones, cursos de artesanías y demás son parte de un vasto programa. La detección de los chicos en riesgo -con hambre y poca ropa- se hace con el aporte de gente solidaria que les acerca el dato, pero ahora, ya con la consolidación, la mayoría de las veces son las propias familias quienes acercan a los pequeños porque saben que en Belén estarán seguros.

La actividad más novedosa es la extensión deportiva, a través de una escuelita de fútbol a cargo, de manera totalmente voluntaria, del vecino Raúl Baigorria.

Esta oportunidad de mostrarles a los pibes otra alternativa contenedora ha sido posible -enfatiza Isaac Infante- gracias a la ayuda de muchos colaboradores, como la mutual Ruca Laf, a los aportes recientemente recibidos por medio de la campaña denominada "Segunda cruzada solidaria" y de los que se sienten unidos por el lema de amar al semejante como a uno mismo.

"Si muchos supieran lo que se siente cuando un pibe come bien, con un pan al alcance de la mano, y si pudieran percibir el calor de ojitos agradecidos, que lo dicen todo, harían un poco más por sus semejantes. Hay mucha gente que necesita ayuda. Todo es poco para tantas carencias", reflexiona el alma mater de "Belén".

No se anima Isaac Infante, pero sí la gente que sigue de cerca su obra, porque pedir para los niños no es ominoso, sino un orgullo y casi una obligación: cuando sobren alimentos no perecederos, o una institución quiera hacer una obra de bien, en "Belén" será bienvenida.

Copyright Río Negro Online - All rights reserved
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación