La Iglesia Católica reclama una nueva ley de migraciones

Comenzó un encuentro de tres días. Quieren que funcione a pleno el acuerdo de libre residencia del Mercosur

NEUQUEN (AN)- La Iglesia Católica exige una nueva ley de migraciones, que contemple la realidad del trabajador extranjero y la protección de su familia y que entre los países de la región austral de América rija con plena vigencia el acuerdo de libre residencia que firmaron el año pasado los presidentes de las naciones integrantes del Mercosur.

Ayer comenzó un encuentro nacional de tres jornadas que culminará mañana y del que participan obispos y representantes de 24 diócesis del país y los titulares de la comisión episcopal de migraciones y turismo, Joaquín Piña -obispo de Iguazú-; Rubén Frassia -de Avellaneda- y Marcelo Palentini -San Salvador de Jujuy-. También asisten responsables de la pastoral de migraciones de Chile, Bolivia y Paraguay y delegaciones de residentes chilenos, peruanos, bolivianos y paraguayos en el país.

Se esperaba la llegada del director nacional de Migraciones, Jorge Rampoldi, quien ha sido cuestionado por organizaciones defensoras de los derechos huma-nos por su presunta vinculación con gru-pos políticos de derecha -específicamente la Concentración Nacional Universitaria, CNU- en la década de 1970. La denuncia fue formulada ayer por Jorge Muñoz, titu-lar del equipo de pastoral de Migraciones neuquino, en conferencia de prensa.

Muñoz recordó que Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo había solicitado la renuncia de Rampoldi, aunque subrayó que debe ser la justicia la que determine la veracidad de las denuncias.

También se prevé la asistencia del ex titular de la Organización Mundial para las Migraciones en América del Sur, Lelio Mármora, actual director en el Instituto Nacional de Estadística y Censos, Indec.

Piña, que estaba en la rueda de prensa con sus colegas y el obispo anfitrión, Marcelo Melani, dijo que la reforma de la ley de migraciones vigente -a la que se califi-có de "represiva y policial"- fue solicitada "a este gobierno y a los gobiernos anterio-res" porque se requiere una amnistía más amplia y realista, "una ley más directoria y no ésta que viene de la dictadura y no responde a la realidad cotidiana" del migrante.

Recordó que Argentina de autoproclama como un país "de puertas abiertas", pero en Misiones, su provincia de residencia, "en el lenguaje hay una distinción interesante: inmigrante es el de Europa, y los que provenían de los países limítrofes son apenas 'gente que ha venido' al país".

El secretario de la comisión episcopal, el sacerdote Ildo Gris, dijo que la integración se relaciona con el contexto del país de origen: "la mayoría son limítrofes para los cuales Argentina sigue siendo una opción para sobrevivir".

Señaló las contradicciones de la legislación e indicó que en el futuro deben incorporarse criterios de "verdadera integración con menos control, menos restriccio- nes que permitan aliviar el peso de la pobreza".

Recordó que existen cinco proyectos de ley en el Parlamento, e inclusive mencionó uno que se discute en la Cámara de Diputados pero "además está el acuerdo de la libre residencia para los inmigrantes del Mercosur", que supera cualquier clase de amnistía, proyecto de ley y aun los convenios bilaterales suscriptos con Perú, Bolivia y Paraguay. La propuesta de la Iglesia apunta a que la red de asistencia al migrante logre "algo más".