Revelan casos de triquinosis en Río Negro

Los funcionarios recomiendan el análisis de los cerdos faenados.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El supervisor regional del Senasa (Servicio Nacional de Sanidad Animal), Gustavo Comesaña, informó sobre la reciente destrucción de 47 cerdos infectados de triquinosis, en Viedma, y advirtió sobre los riesgos de las matanzas clandestinas o familiares y la compra del producto en comercios no habilitados.

Comesaña tiene jurisdicción sobre la zona de Carmen de Patagones y toda la provincia de Río Negro. Por esa razón realizó declaraciones a este diario mientras participa en Bariloche en un curso de formación profesional, junto a otros colegas.

Inquieto por el brote de triquinosis detectado en la localidad pampeana de 25 de Mayo, que afectó a 22 personas, y al más grave producido en Ayacucho, provincia de Buenos Aires, que infectó a 200 personas, el profesional informó sobre los hechos ocurridos en Viedma, "donde afortunadamente no hubo casos humanos".

En síntesis, Comesaña relató que "el martes 8 de julio un veterinario privado de Viedma denunció ante el Senasa que había analizado muestras de carne de cerdo con triquinosis. Localizamos al titular de las muestras, decomisamos la mercadería, e interdictamos otros 47 cerdos en la chacra de origen, que fueron faenados en el frigorífico Fridevi, de Viedma, y al ser analizados también tenían triquinas" Aclaró que en la chacra en cuestión había falta de higiene, huesos pelados y animales muertos, lo que favorecía la presencia de los parásitos.

El funcionario recomendó a la población "que compre carne de origen conocido y en comercios habilitados", pero su preocupación excede el ámbito público, porque también aconsejó "a los que realizan la faena familiar del cerdo, que analicen las muestras en laboratorios habilitados".

La triquinosis es una enfermedad encuadrada como zoonosis, trasmisible al hombre. La rata o sus desechos fecales son trasmisores del parásito, y el cerdo u otro animal pueden ser sus hospedadores, o intermediarios. Cuando el ser humano lo ingiere, adquiere los síntomas, que pueden generar diversas molestias, dolores musculares de por vida, e incluso la muerte.