El colegio San Miguel de Roca cumple hoy 114 años de labor educativa

"La mística del padre Stefenelli se reafirma y recrea en cada jornada escolar", declaran sus directivos y docentes

ROCA (AR).- El pueblo de Roca tenía apenas 10 años cuando el padre Stefenelli, de 24 años, salesiano y recién ordenado sacerdote llegaba al lugar para establecerse definitivamente con sus planes educativos y sociales en mente. Fue un 5 de julio de 1889.

Armó su casa y una humilde capilla, como para empezar. Pero inmediatamente los pobladores rurales le pidieron que abriera una escuela, ya que en ese momento la que había era estatal y estaba cerrada por falta de recursos y maestros. Y el 20 de julio de 1889, a los quince días de haber llegado, Stefenelli inauguró la escuela San Miguel, con catorce alumnos, cinco bancos hechos con un tablón y cajones usados como pupitres.

Hoy cumple 114 años de existencia y se mantiene en pie, con sus puertas abiertas y habiendo sido declarado monumento histórico por parte de la Legislatura de Río Negro.

Pero la historia del colegio tuvo su momento trágico diez años después de haber sido inaugurado. En sus inicios el establecimiento funcionó como escuela primaria orientada a las prácticas agrícolas, con un sistema de internado que se mantuvo hasta 1950, solucionando problemas de educación y enseñanza a los pobladores residentes en zonas alejadas.

La escuela funcionaba en 120 hectáreas junto al Río Negro. Lugar que en 1899 le jugara una muy mala pasada Los días 18 y 19 de julio una feroz inundación arrasó con el pueblo viejo de Roca y la escuela San Miguel. Sólo quedó en pie la estructura del edificio nuevo A pesar de la tragedia, el padre Stefenelli refundó la escuela agrotécnica, pero a varias kilómetros del lugar original: en J.J Gómez. Mientras el sacerdote adquiría 100 hectáreas, terminaba el edificio nuevo del actual colegio que sería reinaugurado en 1908. A fines de 1900 el presidente Roca y su ministro Ricchieri llegaron a la zona para visitar a su amigo. Al ver la magnitud de la obra, Roca donó otras 200 hectáreas.

Pero años más tarde, otro presidente le quitará esas tierras donadas. En 1912 Roque Sáenz Peña decidió que Stefenelli debía abandonar en el lugar porque allí iba a funcionar una estación experimental y un vivero. El desalojo del lugar se efectivizó en 1913. Luego de este incidente, el padre Stefenelli decidió volver a Italia

Una mística que se mantiene día a día

Según los historiadores, el proyecto de Stefenelli significaba un obstáculo para los intereses de los primeros terratenientes. El motivo era la idea del salesiano de construir una serie de desagües; propuesta que otros a los propietarios más poderosos no le interesaba

Así la Escuela Agrícola dejó de funcionar. En su lugar se instaló la sede del INTA y luego de ser inaugurado el nuevo edificio en Guerrico, la Escuela Agrícola quedó abandonada.

Otra fue la historia del Colegio San Miguel, tras ser inaugurado el nuevo edificio, en 1908, nunca dejó de funcionar. Ubicado a metros de la ruta 22, hoy pueden verse las huellas del agua de aquella crecida, cuando sus paredes eran apenas el proyecto de una futura gran obra.

En dicha escuela, donde la directora es Consuelo García y el responsable el padre Jaime Belli, la mística inicial de Stefenelli se trabaja todos los días, con sus docentes y más de 150 alumnos de nivel inicial y primaria. Como son pocos, en comparación con otras escuelas de la región, a cada alumno le sabemos su historia día a día, reconocen sus docentes con orgullo, quienes insisten es que "es por eso que podemos trabajar con ellos, más allá de lo pedagógico, otros conocimientos como el de la sensibilidad y la justicia social, el sentido de comunidad y la solidaridad, entre otros". No hay oportunidad en la jornada escolar, recalca su directora, "en que la utopía fundacional del padre Stefenelli no sea reasegurada y recreada por las nuevas generaciones de roquenses".