Crece la hipótesis de los "hijos del poder"

SANTIAGO DEL ESTERO (Télam).- La pericia realizada en una casa del barrio santiagueño Mishky Mayu, propiedad de uno de los detenidos por el doble crimen de La Dársena, descartó ayer una de las hipótesis de la justicia, por la cual están apresados cuatro hombres y robusteció la sospecha sobre los denominados "hijos del poder".

El resultado del estudio efectuado sobre las manchas de sangre detectadas en la casa de Sebastián Flores, terminó por destruir definitivamente la hipótesis introducida en la causa por el testigo Hernán Pedregal que involucró a cuatro vecinos del barrio Mishky Mayu en el crimen de Leyla Nazar y Patricia Villalba. El peritaje fue realizado por la forense Marcela Iglesias del Instituto de Biomedicina de la Universidad Católica de Santiago del Estero y reveló que "en ninguna de las muestras forenses correspondientes a manchas, pelos y polvo de pared se ha hallado material biológico atribuible a las víctimas". Es más, las manchas halladas en las paredes de la casa del Mishky Mayu "coinciden con la muestra sanguínea de Claudio Flores", es decir con el dueño de la vivienda.

Tras conocerse el resultado de este peritaje, el juez Dardo Herrera comenzó a "resolver las cuestiones planteadas por los abogados" y continuó con las declaraciones testimoniales a gente vinculada al ex hombre fuerte del gobierno, Musa Azar Pedregal, quien durante varias meses fue considerado un testigo de identidad reservada, aseguró ante la Justicia que Leyla fue asesinada durante una fiesta de sexo y drogas en la casa de Flores. Leyla fue vista por última vez el 16 de enero pasado y sus restos óseos fueron encontrados en La Dársena a metros del cadáver de Patricia Villalba, el 6 de febrero. Pedregal, quien afirmó que se había enterado lo que le sucedió a Leyla durante un asado, apareció en escena apenas unos días después de que el primer juez del caso, Mario Castillo Solá, procesó al restante detenido, José Patricio Llugdar.