Aventura del mar al glaciar, como Darwin en 1834

El conocido investigador Aníbal Ford invita a participar de la expedición que ha organizado para recorrer el mismo trayecto que hizo el conservacionista junto a Fitz Roy en el río Santa Cruz en 1834. Será en diciembre próximo y la idea es sentir y ver lo que registró Darwin en su época

¿Quién se detiene en cómo se fue construyendo el mapa del país? Muy pocos, pero sería bueno que fueran muchos más sostiene Aníbal Ford, uno de los investigadores en comunicación más prestigiosos que tiene la Argentina Sostiene:

...País muy caminado. Ingenieros y rastreadores. Doctores y matronas. Científicos y crotos. Migrantes alucinados. Cautivas como Petronila Pérez que le suministró datos fundamentales al viajero Luis de la Cruz que venía de Chile, del Fuerte Ballenar a Buenos Aires, olfateando el peligro inglés... ...País semidesértico. Vacío. Siempre pensé, antes de las parabólicas, que lo ataban los puesteros. Una red de solitarios. Como Serviliano, como Hesperidión, como Ramón Farías. Como ese Barragán que conocí en el río La Leona y que se pasaba nueve meses sin ver a nadie...

...Soy porteño. Me crié en Palermo, Flores, Balvanera. De grande yiré‚ por varios barrios. Hoy vivo en Colegiales La Calabria, le decían...

...Estoy en el Lácar y subo la cuesta para visitar a una familia indígena. Su apellido es el mismo del de la familia que le dio los datos a Perón para su diccionario mapuche-español...

...En cada tipo que se encanuta en un lugar hay una historia. No siempre indagable...

...Ahora estoy, setiembre de 1993, en plena puna, en el ca-mino a Chile que va por el paso de Jama. Más de cuatro mil metros de altura y un frío de la gran puta. Contra el parabrisas del viejo Falcon chicotean los copos de nieve. El agua se congela. Cruzamos el salar...

...Sin embargo no hay cine ni TV para esa mujer que me pide hablar en la clase sobre la situación de la gente en Sierra Grande. Yo vi el lugar cuando era pura estepa. Después cuando era una dura ciudad de hombres solos. Ahora la mujer habla de hijos, de familias que se asentaron, que inventaron una ciudad en el desierto y que han quedado a la deriva....".

De esto se trata su próxima aventura, que la desea compartir con quien quiera hacerlo. El, junto a Guillermo Battaglia y Gerardo Bartolomé (ver recuadro), planean remontar, a fin de este año, el río Santa Cruz hasta el glaciar Perito Moreno, al que Darwin no pudo llegar, con la idea de identificar lugares que él describió, fotografiar lo que registró, comparar la flora y fauna actuales con las de la época, identificar cambios en el río y la geografía del lugar. Comentar las suposiciones de Darwin a la luz de la ciencia moderna. Recrear la ambientación y revivir sus alegrías, sus esfuerzos, sus impresiones, sus miedos y la impotencia de no terminar su camino, lo que le impediría descubrir el tesoro mejor guardado del río: el glaciar Perito Moreno y más allá, los imponentes Hielos Continentales.

"También se busca dar a conocer la increíble experiencia de Darwin en nuestro país y mostrar al mundo la belleza virgen y salvaje de uno de los lugares más maravillosos de nuestro continente", afirman los organizadores. E el mismo viaje se encontrarán la historia, la tecnología, la ciencia y el placer de estar reviviendo una de las aventuras más apasionantes en la historia del descubrimiento.

Como parte de su viaje de investigación alrededor del mundo a bordo del HMS Beagle, Charles Darwin junto con el Almirante Fitz Roy subieron en 1834 el río Santa Cruz en bote intentando llegar a los Andes mientras esperaban la reparación de su barco en el estuario del mismo río. Si bien llegaron a ver las cumbres nevadas, la falta de tiempo llevó a Fitz Roy decidir la vuelta con lo que nunca llegaron a conocer las maravillas del Lago Argentino y el Glaciar Perito Moreno "El viaje de Darwin fue histórico no sólo por los descubrimientos que de él surgieron sino también porque a través de la pluma de Darwin podemos ver como era la Patagonia 170 años atrás con una visión científica y conservacionista", afirman los organizadores, que invitan a los interesados a escribir a info@gerardobartolome.com para recibir más información.

Los organizadores

• Aníbal Ford: escritor de "Ramos Generales", "Navegaciones", "La Marca de la Bestia" y "Oxidación", entre otros. Visitó Río Negro y Neuquén en varias oportunidades, exponiendo sobre opinión pública, uno de sus temas preferidos. Como especialista en temas de comunicación, además de estar a cargo de cátedras universitarias ha dictado varios cursos y participado de numerosos congresos en el exterior. Adicionalmente ya formó parte de una expedición similar a la que planea en el sur en el Río Desaguadero. Es un gran conocedor de la Argentina, de sus "lugares", de sus historia y sus culturas particulares. La historia de Darwin en la Patagonia es de su interés desde hace varios años.

• Gerardo Bartolomé: ingeniero civil, consultor de empresas, especialista en negocios de aplicación de tecnología. Ha viajado varias veces por la región en la que se desarrollará el viaje. Además de estar a cargo del uso de tecnología en la expedición, Gerardo Bartolomé es quien lleva adelante los contactos con empresas por el "sponsorship", alianzas y en general el marketing y la financiación de la expedición • Guillermo Battaglia: además de haber escrito varios artículos sobre caballos y su evolución, tiene gran experiencia de campo y varias largas temporadas viviendo en medio de la Patagonia. Especialista en supervivencia. Está a cargo de definir el equipamiento necesario, indumentaria y víveres. Durante la expedición definirá lugares de campamento, tareas de cada participante como así también observación y fotografía de animales y plantas autóctonas  

Textual de Darwin

"20 de abril de 1834. Pasamos de estas islas y avanzamos con más libertad. No hacemos, por término medio, más de 10 millas por día a vista de pájaro, lo que representa de 15 a 20 millas de camino, y eso a costa de grandes fatigas. A pesar del punto en que hemos vivaqueado la noche anterior, el país se convierte en una tierra incógnita; porque este es el lugar en que el capitán Stokes se detuvo.

Percibimos a lo lejos una gran humareda y encontramos el esqueleto de un caballo, signo cierto de que los indios están cerca. A la mañana siguiente observamos en el suelo los rastros de una cabalgata y las impresiones producidas por los chuzos o lanzones que los indios suelen arrastrar con frecuencia, de lo que deducimos que habían venido a observarnos durante la noche. Poco después, llegamos a un sitio en el que las huellas recientes del paso de hombres, niños y caballos demostraba que los naturales habían pasado el río".