En Picún, la vida cotidiana de los vecinos está pendiente de "Polito" Avalos

PICUN LEUFÚ (Enviado especial).- En la casa de los Checa, Sergio Avalos era como un hijo más. "Cuando pasaban dos o tres días que no aparecía, enseguida preguntábamos ¿Qué le está pasando al Polito que no viene?", afirma Miguel Checa, un docente entre puntano y cordobés (nació en San Luis pero se crió en Villa Dolores) que fue maestro de primaria del muchacho que es el mejor amigo de su hijo Luciano.

"Hay gente o instituciones poderosas detrás de esto, creo que hay instituciones detrás. De otra manera no se puede explicar lo que está pasando, esta incertidumbre es terrible, cada día que pasa, esto se pone peor, uno no se puede explicar que haya desaparecido así como así. No se puede entender que no encuentren nada". El monólogo es de María Monedero de Checa, que es docente y que bien podría ser la segunda mamá de Sergio.

La mujer, en cuyo rostro está impresa una sonrisa, no puede disimular la humedad en los ojos cuando habla del muchacho, que sonríe en casi todas las fotos del estudiante junto a su hijo Luciano.

"Conservo la esperanza de que aparezca, pero no puedo evitar tener malos pensamientos. Lo mejor es que todo se sepa enseguida, me despierto pensando qué va a decir el titular del diario y todos los días imagino que se va a saber algo y nada, no sabemos nada", agrega María acongojada.

La mujer adora a Sergio y admite que su Luciano siempre se apoyó en él para poder aprobar, sobre todo las exactas.

Son las dos de la tarde y la acogedora casa de los Checa se llena de preguntas sobre este doloroso presente, con ceños fruncidos y lágrimas contenidas. Pero también hay sonrisas, cada vez que se habla de la infancia y de los años del secundario de Luciano y Sergio, súper amigos.

Don Miguel se pone ancho y cuenta que su casa es la sede oficial de todos los asados. Como prueba, señala una parrillera de ladrillos a la vista que reluce en el fondo de la casa. "El último asado me parece que fue en abril, vinieron todos los chicos, era cerca de la Semana Santa (no un viernes)", explican los padres de Luciano, quienes destacan que -contra todos los pronósticos- su hijo "lleva bastante" bien sus estudios en el profesorado de Geografía. "Perdió un sólo cursado y dice que lo va a rendir libre", dice su hermana María José y mira hacia el cielorraso como buscando crédito. Los padres ríen cómplices y a los pocos segundos rebotan nuevas preguntas sobre el destino de Sergio. "Una de las cosas que siempre les dije a los chicos, si van cinco vuelven cinco, si van cuatro vuelven cuatro. No tendrían que haberse separado, Neuquén no es Picún, Neuquén no es otra cosa", se lamenta María.
"No es un chico que vaya a escaparse, es un chico muy tímido pero muy seguro", agrega la señora Checa. En medio de un mar de angustia, sólo espera que mañana la puerta se abra y que Polito le diga: "¿Cómo le va doña Mary?"

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