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Características de los detenidos

El 90% de los presos que estudian no reincide

¿El estudio facilita de algún modo la reinserción social?

Resultados de una experiencia que realiza la UBA.

El porcentaje de presos-estudiantes que no reinciden en la actividad delictiva al recuperar su libertad llega al 90%, aunque el cambio en la vida de los ex detenidos no se debe a los estudios sino a "la decisión de hacer otra cosa de su vida" La psicoanalista María Massa, docente del Programa UBA 22, que desde 1985 permite el estudio de algunas carreras en cárceles, destacó que en los presos primero se produce el "click" y recién después algunos deciden estudiar. Massa resaltó que la experiencia, una de las primeras en los servicios penitenciarios del mundo, es "excelente". De todos modos, la obtención de un título universitario en las cárceles argentinas no es un pasaporte a la reintegración social plena, ya que los ex detenidos deben enfrentar en libertad el estigma de su pasado que muchas veces actúa como un doble castigo en el marco de una sociedad reacia a desprenderse de prejuicios - ¿Qué resultados arrojó el Programa UBA 22?

-En la justicia, en la Universidad de Buenos Aires y en la sociedad hay un antes y un después de la experiencia de la universidad en las cárceles con el Programa UBA 22. Cuando en 1985 un grupo de internos comenzó esta gesta de querer estudiar en las cárceles, tomado como un modo de resistencia no violenta, ni los internos ni ninguna de las instancias coorporativas del Sevicio Penitenciario Federal (SPF), ni la Universidad tenían idea de las consecuencias y alcances que podía tener - ¿Cuáles?

- Dentro del Servicio Penitenciario Federal se produjo en los últimos 17 años un cambio de vida, porque de lunes a viernes de 10 a 18 hay en la cárcel de Devoto, por ejemplo, un movimiento de unos 130 internos estables en el Centro Universitario (CUD) más todos los que concurren a la asesoría jurídica que coordinan abogados y estudiantes avanzados de Derecho que están detenidos En Devoto hay más 1800 detenidos, con una capacidad excedida en un 40% y en la universidad hay un 10% de estudiantes estables y alrededor del triple en primaria y secundaria. El impulso que se le dio a la enseñanza media no estaba pensada dentro del Servicio Penitenciario Federal; tampoco el que se le da al primer nivel de educación.

Organizativamente, el SPF tiene a diario un movimiento de internos de alrededor de 500 personas que circulan por el centro universitario, más el movimiento externo de docentes, técnicos y especialistas que concurren a dar clases. Un movimiento que la institución no había previsto. Otra consecuencia es que debido a la gran cantidad de asistencia jurídica que reciben los presos, los tribunales federales están inundados, porque los escritos salen, las causas se mueven y efectivamente con el déficit de infraestructura que tiene la justicia se les ha incrementado el trabajo - ¿Qué opina el personal del SPF de esta experiencia?

- En la medida en que la experiencia, inédita en los sistemas carcelarios y desconocida en otros países, avanzó, se produjo un rebote que tampoco habían pensado: da "prestigio" y ahora podría decir que hay una disputa para ver quien va a dirigir el CUD como director de enseñanza, porque da prestigio y la cárcel y el SPF en segunda instancia se llevan los laureles. La otra consecuencia dentro del propio SPF en la que nadie había pensado fue el creciente malestar entre el personal militarizado de la fuerza de seguridad, que cuestionó que los presos estudiaran y ellos no. Hacia finales de los 80, hubo una lucha por parte de los penitenciarios que querían formar parte del programa UBA 22 y en ese tiempo, en que todavía estaba detenido Sergio Shockelender, se luchó para que ese espacio fuera exclusivamante de los internos. Ontológica

mente, un detenido es un preso; no está detenido, no está preso. Es un preso. La cárcel tiene muy categorizada su actividad: todo tiene un nombre y de pronto empezó a haber un décimo de su población que no sólo eran presos sino que eran estudiantes, presos-estudiantes y eso hizo crisis dentro de la institución.

- ¿Disminuyó la reincidencia entre los ex detenidos que obtuvieron títulos universitarios?

- Aunque llegamos a tener un 100% de no reicidencia, ahora está cerca del 90% el porcentaje de ex detenidos que nunca más volvió a la cárcel - ¿Cómo resolvió la UBA la entrega de títulos de abogados o psicólogos a los detenidos? ¿Hay discriminación contra los profesionales que se reciben en la cárcel?

- Los presos-estudiantes que se reciben y pretenden ejercer una carrera, por ejemplo abogacía, tuvieron dificultades para obtener el título, para la jura del título y para ejercer la profesión. En la provincia de Buenos Aires a estos profesionales no les permiten la matriculación. En el caso de los abogados, hay discrminación y en algunos tribunales federales no se los deja actuar - ¿Cómo definiría el rendimiento de los estudiantes en el CUD?

- En el caso de mis alumnos es excelente, al punto que con hemos compilado dos textos, "El malestar en el sistema carcelario" y "Síntomas carcelarios, el Estado contraataca", el primero en el 96 y el segundo en el 98. En esos trabajos hay textos de los alumnos; muy buenos trabajos, desde el enfoque de la sociología, desde el psicoanálisis, desde la justicia, una excelente producción. En el CUD hay dos condiciones para estudiar, además de las académicas que exige la universidad: que la gente vaya a estudiar y que no haya droga, es decir que se puedan sostener los principios de autodisciplina y autogestivos - ¿Qué lleva a un detenido a estudiar? ¿El estudio facilita la reinserción?

- Los laureles se los llevan el SPF y la universidad, que a nivel de superestructura consideran que el estudio facilita la reiserción social, pero no es así. Cuando alguien se decide a estudiar es porque subjetivamente cambió de posición. Cuando un preso histórico o un delicuente de carrera se pone a estudiar es porque algo le pasó. No es que porque se pone a estudiar dejó la delincuencia. Hubo una modificación subjetiva antes. Ellos dicen que entre mate y mate o cuando el fin de semana van a jugar algún deporte, alguno piensa que puede hacer otra his

toria de su vida, y si en esa historia de su vida está estudiar, se van a poner a estudiar - ¿Logran rearmar su vida los ex detenidos al salir de la cárcel?

- Esto es muy difícil. Cuando comencé a dar clases, mis alumnos me contaban con un humor a veces cruel que en la cárcel se decía que a los seis meses perdían a la novia y al año a la esposa. Pero yo encontré a mujeres muy luchadoras que nunca dejaron a sus compañeros, aunque efectivamente la libertad hace que la pareja se vea resentida y que a lo mejor no continue. Los lazos sociales se quiebran. Atiendo ex detenidos que en su mayoría quedaron solos o que salieron de la cárcel, estuvieron un tiempo con la familia y después se separaron, a veces porque ellos querían, otras porque la mujer quiso, aunque lo hayan acompañado durante todos esos años de prisión. También la relación con los hijos se resiente. Muchos padres ven a sus hijos una vez al mes y se angustian ante la imposibilidad de tener un trabajo - ¿El estigma de la prisión persigue a los liberados?

- Muchísmo. Tienen muchísmas dificultades para trabajar. El sistema vuelve al ex detenido en contra de los intereses del grupo social; victimiza a quien ya cumplió una condena e instala la corrupción.

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