Los papás de Macarena crearán una fundación

Donarán más de 100.000 pesos que eran para operar a su hija.

Los padres de "Maca" intentan recomponer su familia.

VIEDMA (AV)- Los padres de Macarena Gareís, la niña de seis años que falleció recientemente esperando ser transplantada, planean crear una fundación para tratar de ayudar a niños que atraviesen por la misma situación. La idea surgió en conversaciones con allegados aunque, de vuelta en esta capital, los Gareís primera están tratando de recomponer el cuadro familiar.

Según estimaron, lo que se recaudó por Macarena llegó a los 110.000 pesos merced a un importante cúmulo de cruzadas solidarias que se organizaron entre Viedma y Patagones, los familiares de La Pampa y los compañeros de estudio de Leandro -el padre de "Maca"- de la Universidad de Tandil. De hecho, ayer mismo, los Gareís dispusieron que unos 15.000 pesos fueran a parar a manos de una familia de Comodoro Rivadavia cuya hija necesita de un respirador domiciliario.

Hay que reconstruir todo, pero "ya decidimos que lo que se recaudó será destinado a otros chicos que necesiten un transplante"; señaló la familia al recibir en su casa del barrio Jardín a "Río Negro". Por el momento, los Gareís no revelan los nombres por temor a olvidarse de alguno, pero dan muestras de un agradecimiento infinito a todos los que se acercaron solidariamente Los padres de Macarena estuvieron ausentes de la vida en comunidad, lejos del trabajo y de los afectos por casi 10 meses, cuando el estado de salud de la pequeña de seis años se agravó y debió ser trasladada al hospital porteño. Allí, permanecieron firmes hasta último momento, junto a "Maca". Su única posibilidad de vida era un transplante de intestino y páncreas en Estados Unidos, que costaba un millón de dólares pero dejó de existir el 21 de junio pasado luego de varias operaciones.

Los Gareís ya se reunieron con Valentín, uno de los hijos de dos años que había quedado al cuidado de sus abuelos paternos en un campo cercano a Mauricio Mayer, La Pampa. En cambio Mateo, de siete meses, nació en Buenos Aires, y por eso nunca se despegó de sus padres.