Jueves 3 de julio de 2003

Un hospital deberá pagar tres millones de pesos por contagiar sida a una beba

La sentencia recae sobre el Centro Gallego de Buenos Aires, un médico y un bioquímico

El Centro Gallego de la ciudad de Buenos Aires, un médico y un bioquímico de esa entidad fueron condenados a pagar tres millones de pesos por el contagio de SIDA a una beba durante una transfusión de sangre que, según otros profesionales de la medicina, pudo evitarse, confirmaron fuentes tribunalicias.

La sentencia la dictó la jueza civil Graciela Amábile Cibils tras evaluar que había otros métodos para tratar el cuadro de anemia que presentaba la niña y dictaminar que los encargados del banco de sangre y del laboratorio del Centro Gallego de Buenos Aires omitieron los recaudos necesarios para determinar que el donante era HIV positivo.

El 26 de julio de 1998 E.R., entonces de un año, fue llevada al Centro Gallego, del que era socia por haber nacido allí, donde se le detectó que sufría "anemia ferropénica", por lo que dos días después se le realizó una transfusión de sangre. El donante había acudido una semana antes al centro asistencial para dar sangre para una mujer que iba a ser sometida a una cirugía cardiovascular. Como luego de la transfusión la niña siguió padeciendo dolencias, hubo interconsultas con hospitales y tres meses después, en octubre de 1998, se comprobó que había sido infectada de SIDA.

Los padres de la pequeña promovieron una demanda por 3.000.000 de pesos por daño moral y psíquico, peligro de contagio, gastos terapéuticos y de movilidad, incapacidad sobreviniente y lucro cesante. La institución y el jefe del servicio de Hemoterapia dijeron que con el donante se siguieron todos los pasos aconsejados por la ciencia médica, pero que aún así hay una época en la que la enfermedad es indetectable, por lo que sostuvieron que no debían ser responsabilizados por un "caso fortuito".

Los abogados de los demandados hablaron del denominado "período de ventana", que se puede extender durante semanas en la persona que fue contagiada, durante el cual no se puede detectar por los medios actuales la existencia del virus en la sangre analizada, porque no se desarrollaron los anticuerpos.

Pero, basada en un informe del Cuerpo Médico Forense y en declaraciones de galenos, la jueza Amábile Cibils concluyó que en el caso de la menor, que no presentaba signos de enfermedad clínica ni quirúrgica aguda, "siempre se debe tratar la anemia con hierro por boca" La transfusión es desaconsejada en menores de dos años ya que "la sangre y sus componentes o derivados pueden contener agentes infecciosos y por lo tanto deberán ser integralmente procesados con la mayor precaución posible", sostuvo la jueza. (AR/DyN)

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