El centro neuquino vuelve a la carga para desalojar un "aguantadero"

NEUQUEN (AN).- Un grupo de vecinos del área centro reclaman que el predio donde está emplazado un edificio abandonado sea cerrado definitivamente para evitar una serie de presuntos ilícitos que tienen lugar desde hace una década por la acción de intrusos.

Se trata de un edificio de departamentos sin terminar ubicado sobre la calle Mendoza al 50, entre Independencia y Rivadavia.

Las personas que viven en el barrio denuncian que el terreno es ocupado por extraños que circunstancialmente instalan en la deteriorada construcción su morada temporal. Aseguraron que durante la noche, estas personas ingresan por la fachada del edificio y que es normal que "vendan y consuman drogas". Otros afirmaron que durante la noche el terreno también es elegido por "personas que ejercen la prostitución" para llevar hasta allí a sus clientes.

Juan Verdini, uno de los vecinos que está al frete de los reclamos, dijo que durante un tiempo prolongado una mujer con hijos ofrecía mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. Aseguró que en varias oportunidades tanto él como otros vecinos del barrio fueron objeto de hurtos.

Luego de batallar durante años, a fuerza de notas los vecinos consiguieron que el intendente Horacio Quiroga asumiera el compromiso de cerrar el frente del terreno con un entramado de madera que también oficia de cartelera publicitaria.

Pero. merced a la labor de extraños, la cartelera fue desplazada en uno de sus extremos, y es por allí donde hacen su ingreso ahora los ocupantes de algunos de los departamento sin concluir. El proyecto original del edificio, que comenzó a levantarse en el año 93, comprendía la construcción de unos 15 departamentos.

Pero al parecer la empresa que inició la obras no pudo seguir al frente porque entró en concurso de acreedores. Las personas del barrio aseguraron que el edificio tiene un nuevo dueño, que se encontraría en el exterior, y que habría adquirido la construcción luego de un remate judicial.

Sin poder reclamarle a nadie, las personas que tienen sus viviendas junto al edificio le piden a la municipalidad que cierre el predio con un cerco menos vulnerable para que "los extraños no sigan instalándose y para una mayor tranquilidad de todos" Recordaron que allí en el año 92 hubo una violación. Y además comentaron que por la falta de mantenimiento se está creando un foco de infección.