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Urnas con pocos sufragios en escuelas vacías

Se detectó aburrimiento en las mesas de la capital.

La gente que decidió participar se sorprendió porque no había espera en las mesas de votación.

NEUQUEN (AN).- Un policía bosteza en la puerta de la escuela, un fiscal con un walk man clavado en la sien y otro se rompe la cabeza con las palabras cruzadas. A falta de acción, los encargados de la elección se las arreglaron como pudieron. Es que las internas del Movimiento Popular Neuquino resultaron un fiasco sobre todo para los que no tuvieron más remedio que participar Escuelas casi desiertas, fiscales y guardias inactivos y padrones sin marcas ni tachones.

"Un tanto apagadas, aburridas", fue la definición que eligió el ex candidato a intendente Federico Brollo, quien ayer obtuvo el pasaporte para postularse a vicegobernador.

Desde muy temprano, por las calles sólo circularon los vehículos que el ala blanca del partido provincial puso a disposición de la afiliados para trasladarlos a los lugares de votación.

Al mediodía sólo había concurrido a votar el 10% del padrón electoral.

Algunos de los electores que decidieron destinar unos minutos de su domingo para votar, se sorprendieron al ver que en las mesas no había nadie.

"¿Que pasó que no hay nadie votando?", preguntó un señor de impecable boina negra y pañuelo al cuello, al ver que en la escuela sólo estaban los fiscales y u policía. "Es que es muy temprano", le contestó una joven con el padrón en la mano, pero ya eran las 12.30 del mediodía En las mesas se acumulaban las colillas de cigarrillos en improvisados ceniceros y el mate pasaba de mano en mano junto a los bizcochos de grasa Todo era válido a la hora de combatir el aburrimiento. Un fiscal recurrió a una revista de palabras cruzadas, otro a los walkman, pero aun así los bostezos se escapaban de las bocas.

En los únicos puntos donde se pudo observar un poco de actividad fue en varias esquinas de los barrios del oeste de la ciudad, donde se instalaron mesas de consulta de padrones Estacionados en fila y bajo un cartel escrito a mano que decía "consulte dónde vota y lo llevamos", aguardaban los automóviles sincronizados por algún puntero para transportar a los votantes.

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