Habrá agua pesada unos días antes de las elecciones de setiembre

El lunes anunciarán un salvataje para la PIAP. Neuquén contribuirá con los insumos de energía y gas

NEUQUEN (AN).- En un plazo no mayor a los 60 días, cuando Jorge Sobisch compita para su tercer mandato, si gana mañana la interna del Movimiento Popular Neuquino, se pondrá en marcha nuevamente la planta de agua pesada de Arroyito. El lunes, el gobernador firmará el decreto que permitirá la reactivación del complejo industrial al que calificó ayer como "el más grande" en su tipo en el mundo.

También en la víspera, anunció que la firma del decreto "ratificará los procesos técnicos de la planta, que tuvo una historia de desencuentros, marchas y contramarchas". La fábrica de agua pesada es operada por una empresa estatal mixta -provincial y nacional-, denominada Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería.

De acuerdo con la información suministrada por el Panorama Neuquino, la reactivación significará para la provincia recuperar ventas significativas a los mercados externo e interno de un producto de alto valor agregado y que genera un ingreso de 25 millones de dólares El mes pasado se anunció un paquete de posibilidades para la planta: la venta de 32 toneladas de agua pesada a Nucleoléctrica Argentina SA -NASA- y al Instituto de Investigaciones Aplicadas -Invap-; un préstamo por 6 millones de pesos que otorgaría la Conea y una posible participación en la licitación pública que convocará la coreana Kepco para refrigerar sus reactores nucleares.

El anuncio había sido formulado por el delegado gremial de la planta, Fernando Lisse, y consistía en la venta de 20 toneladas de agua pesada a NASA para la reposición técnica de las centrales Embalse Río Tercero y Atucha I. Otras 12 toneladas eran para el Invap, que las utilizaría en el reactor que enviarán a Australia. Esa operación tendría un piso de facturación del orden de los cinco millones de dólares, aproximadamente, una cifra muy superior como para otorgar respaldo al préstamo solicitado a la Conea para la compra de insumos.

El hermetismo fue el denominador común en la gerencia de la planta, que está a cargo de Héctor Apesteguía, dado que el gobernador, según confió un vocero, se reservaba el protagonismo del anuncio, que será el lunes, durante el acto de transferencia del mando al vice, Jorge Sapag, para dedicarse a pleno a la campaña. La reactivación de la planta demanda entre 45 y 60 días de puesta en marcha. Por lo tanto, si el lunes se obtienen los fondos y se definen las líneas de producción, el nuevo puntapié inicial se estaría dando a finales de septiembre, en coincidencia con las elecciones generales para la gobernación. La provincia diseñó una ingeniería financiera para que la PIAP tenga gas y energía. En caso de presentarse a la compulsa en Corea y ganarla, la planta aumentaría su producción en 30 toneladas más, con lo cual podría mantenerse en marcha hasta finales del año próximo y acumular en depósito una existencia de 180 toneladas de agua pesada.