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Fruticultoras que crecen desde el pie

En La Angostura, para salir de la crisis mujeres siembran tulipanes

VILLA LA ANGOSTURA (AVLA) – Ocultos ya bajo la tierra, duermen en su período de latencia 50.000 bulbos de tulipanes que sembraron una decena de mujeres jóvenes de entre 18 y 26 años, la mayoría madres solteras, decididas a cambiar su vida, hasta ahora falta de capacitación, trabajo digno y oportunidades.

En mayo comenzó la tarea de instrucción y también la de limpieza del terreno, un predio de 3.000 metros cedido su uso por convenio, en la chacra 5 "Selva triste", de La Angostura.

Las chicas cobran por ocho meses un incentivo de 200 pesos y a cambio asumen el compromiso de seguir todos los pasos necesarios para convertirse en floricultoras de oficio. Las clases teóricas con ingenieros, economistas y productores, las reciben en el CEPAHO que les permite ocupar un aula y semana a semana van creciendo en la ilusión de transformarse en un par de años en productoras independientes de flores y bulbos.

Precisamente para hacer un seguimiento de la marcha del proceso estuvieron hasta ayer en la localidad los ingenieros Claudio Puig y Javier Cirielli, contratados por la subsecretaría de la Juventud para llevar adelante el plan de floricultura neuquino.

Como todo sueño que se precie, el objetivo es ambicioso: a corto plazo, abastecer el mercado local (incluidas Bariloche y San Martín de los Andes); a mediano alcance, llegar a todo el país y, por último, exportar.

"Las chicas –así las llama Pablo Irízar, director de Deportes y del área Juventud y coordinador local del proyecto- sorprenden por su entusiasmo y dedicación al estudio, siendo que muchas ni siquiera completaron el primario". Y explica que en realidad el programa no estaba dirigido a mujeres sino que "dio la casualidad de que el proceso de selección", que fue riguroso, dejó al final sólo a féminas.

No sólo del cuidado de la tierra y su cultivo deben ocuparse las beneficiarias del plan. También llevan realizados estudios de mercado y contactos de pre-venta, para asegurarse que cuando los tulipanes florezcan, tengan a quién vendérselos. Porque la inversión es importante y no puede desperdiciarse ya que además del incentivo, cada bulbo cuesta 35 centavos de dólar, lo que totaliza 17.500 dólares sin contar otros gastos como cercado del terreno, herramientas y el costo hora/ hombre de todo el equipo de asistencia y capacitación.

Varios organismos y reparticiones actúan coordinados para que el proyecto siga su marcha. Para empezar, las áreas de Juventud mencionadas, las de Producción de la esfera municipal y provincial, Obras Públicas de La Angostura... De esa conjunción salen, por ejemplo, las herramientas, asistencia técnica, seguimiento, etc.

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