Bariloche discute el futuro de 22 familias

El intendente anunció ante los concejales la decisión de trasladar a las familias que por estos días están asentadas en la costa oeste del arroyo Ñireco. La propuesta es un avance en la prohibición de construcción en esa zona y se encadena con un proyecto de reformulación que está elaborando la

El jefe comunal aclaró que las 22 familias no serán reubicadas hasta que se urbanice el nuevo barrio

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente municipal Alberto Icare anunció la decisión de reubicar a las 22 familias asentadas en la costa oeste del arroyo Ñireco en un barrio de "interés social" que reúna todos los requisitos para garantizarles una "vida digna".

El traslado de los ocupantes se encadena con el proyecto de "reformulación" de la barda del Ñireco que está elaborando la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) para mitigar el impacto urbano y sanear el curso de agua La propuesta permitiría efectivizar la prohibición de construcción dictada en 1979, en atención a la inestabilidad del suelo y las reservas ambientales que fue sistemáticamente violada por familias carenciadas ante la falta de fiscalización municipal.

El compromiso asumido por Icare ante los ediles de la comisión de Obras Públicas contempla la construcción de 22 viviendas unifamiliares, con todos los servicios públicos, en la cercanías del barrio San Francisco IV.

El mandatario aclaró que los ocupantes no serán relocalizados hasta que concluya la urbanización -aunque sin precisar los plazos de ejecución- tranquilizando a los concejales que temían el surgimiento de un nuevo asentamiento precario en el sureste de la ciudad.

"Lo que no queremos es que se repita lo sucedido en la quinta 51 (lote agrícola ubicado al 6.500 de Pioneros) que en 1989 se desafectó un área intangible para la construcción de un barrio de interés social y nunca recibieron facilidades ni servicios", advirtió la edil Susana Rainone.

El primer paso acordado con los concejales fue la desafección de la tierras fiscales donde se asentará el nuevo barrio y la identificación de los futuros adjudicatarios, mientras se buscan las vías de financiamiento para el proyecto urbanístico.

En tal sentido, el subsecretario de Planeamiento, Eduardo Reddy, indicó a "Río Negro" que "nuestra intención es encontrar la solución más rápida y adecuada" para agilizar la relocalización de las familias, al tiempo que consideró como una ventaja la disposición de pago de los directos afectados. El funcionario coincidió con Rainone en que la relocalización tiene que ser simultánea a la reformulación y parquización de la barda del Ñireco para evitar nuevos asentamiento ilegales que puedan repetir la historia.

Por su cercanía con el centro de la ciudad, la costa oeste del arroyo se convirtió en una zona codiciada por las familias pobres que erigen precarias construcciones sin observar el riesgo que enfrentan.

En los 90 la gestión de María del Rosario de Costa realizó la primera evacuación de la barda tras dos deslizamientos de viviendas que costaron vidas humanas. Pero la falta de parquización y fiscalización de las tierras desalojadas favoreció el asentamiento de nuevas familias carenciadas que en los últimos dos años sufrieron con mayor contundencia el rigor de las crecidas y la inestabilidad del suelo.