Ya son casi 50 las familias que ocupan tierras en Roca

Vecinos del Barrio 250 Viviendas se asentaron en terrenos cercanos a sus casas. Son familias jóvenes que ya no pueden seguir viviendo en lo de sus padres.

ROCA (AR).- El asentamiento ilegal de personas no es algo común en Roca. Y tampoco es usual la característica del que se está produciendo en esta ciudad. Es que vecinos del barrio 250 viviendas cruzaron la calle y decidieron establecerse en terrenos ubicados frente al mismo barrio.

Se trata de unas 50 familias jóvenes e hijas de los primeros habitantes del barrio que, sin posibilidades de obtener sus propias casas, tomaron la decisión de construir precarias viviendas en los terrenos ubicados sobre calle Libertador y que pertenecen al Servicio Penitenciario Federal Son hijos de los vecinos que formaron sus propias familias y ya no pueden seguir ocupando las casas de sus padres La idea comenzó a tomar forma sobre el fin de semana pasado cuando algunas personas empezaron a acondicionar el terreno y dividirlo en lotes de 10 por 25 metros. En aquel momento proyectaban instalarse cerca de 30 familias, pero hoy ya son más de 50 las que se inscribieron en el registro que ellos mismos han establecido El lunes por la tarde tuvieron el único -hasta ahora- intento de desalojo por parte de autoridades de la Alcaidía. Miembros de la institución se hicieron presentes en el lugar y los intimaron a abandonar el lugar Sin violencia ni forcejeos luego se retiraron, aunque los ocupantes de la toma permanecieron en el lugar Actualmente cuentan con el asesoramiento legal del abogado Omar Jurgeit, quien se enteró del asentamiento por la radio Jurgeit les sugirió que hicieran una exposición ante la policía por los hechos del lunes por la tarde, y para dejar sentado ante la autoridad policial quiénes son y qué intenciones tienen al decidir la toma de los terrenos Además les recomendó que realizaron un registro de los ocupantes y que establecieran alguna serie de requisitos para la ubicación de las familias en el lugar.

Hasta ayer por la tarde sólo se habían levantado dos casillas de cantonera. Es que la mayoría de estas personas tienen como único ingreso el Plan Jefes de Hogar, que aún no han cobrado. Esperaban hacerlo en estos días para comenzar con la construcción de las precarias viviendas Desde el municipio es poco lo que se les ofreció. Ocurre que casi no hay tierras fiscales disponibles; sólo algunas pocas en barrio Nuevo Más allá del hecho de la toma de los terrenos, existe detrás una historia muy particular. Ya el caso que sean los mismos vecinos quienes levanten el asentamiento delante del mismo barrio es tod un hecho curioso. Sin embargo, la idea de no dejar el barrio tiene que ver con la historia misma de las 250 viviendas Vecinos del lugar consideran que la historia de ese barrio es la historia del desarraigo: cuando fue construido -hace aproximadamente 20 años- se ubicaron allí a familias provenientes de lugares disímiles de la ciudad. Por eso es que durante mucho tiempo fue un ámbito conflictivo socialmente y costó varios años la formación de lazos sociales entre los vecinos. Hoy los hijos de ellos se niegan a vivir el mismo desarraigo Hasta el momento no tienen mayores opciones desde el municipio. Tampoco cuentan con recursos propios para elegir otro lugar donde vivir. Sólo la permanencia en esos terrenos que les son ajenos, cerca de sus familiares.

El abogado Omar Jurgeit se enteró por los medios de comunicación de la toma de tierras en el castigado barrio de las 250 viviendas y decidió acercarse a los vecinos para asesorarlos jurídicamente Consultado por este diario consideró: "No se trata de un problema penal sino social. La solución tiene que canalizarse institucionalmente. En este caso se trata de personas con familia e hijos que no tienen ingreso más allá de los planes Jefes de Hogar y están excluidas del mercado laboral."

Además aclaró que no se trata de una usurpación ya que no hubo violencia, ni abuso de confianza, ni engaño en la posesión de los terrenos Como ocurre siempre en estos casos, se trata de un conflicto de bienes jurídicos: por un lado el derecho a la propiedad y, por otro, el derecho a una vivienda digna (AR).