Los trabajadores de "El Maruchito" quieren cambios urgentes

Entre las cuestiones a resolver están las de los salarios y los horarios.

ROCA (AR).- En el instituto roquense "El Maruchito" afirman que la realidad laboral no da para más. Los trabajadores realizaron ayer una asamblea, durante la cual decidieron exigir cambios urgentes a la Subsecretaría d Promoción Familiar.

Gustavo Mora, trabajador del espacio que alberga a menores detenidos, explicó que "en la asamblea se planteó una cuestión salarial, de horarios, y la situación de compañeros que trabajan como becados de capacitación y servicio, que es una modalidad de trabajo en negro" El problema de remuneraciones y horarios está relacionado con una indefinición legal del instituto y sus trabajadores, que figuran contratados como "empleados de servicio general" (en otras instituciones provinciales tienen esta clasificación, por ejemplo, los porteros de las escuelas), cuando su trabajo claramente implica otras responsabilidades y otra franja horaria Por otro lado, el pago bajo el sistema de becas no reconoce porsteriormente cuestiones centrales para el futuro del empleado, como son los aportes de jubilación y la antigüedad "El Maruchito no tuvo nunca un marco legal en la provincia", afirmó Mario Waldhorn, otro miembro de la planta de empleados del centro. Explicó que "para darle otra imagen que la de un instituto de menores, no pusieron personal policial y se lo constituyó como un centro de rehabilitación o capacitación". Esta situación propiciaría un clima de trabajo muy inestable y hasta peligroso. "Tenemos problemas graves de seguridad", agregó Mora "Han bajado todas las jefaturas, no hay jefes de turno, y no hay jefe de seguridad en la institución. Esto genera un sin fin de problemas, porque no hay un responsable que tome las decisiones en los momentos clave. Ellos argumentan la horizontalidad dentro del personal: todos tendríamos la misma responsabilidad", añadió En este marco, la interventora Alejandra López es la máxima autoridad. Según los empleados, "viene de planta administrativa donde estuvo 12 años y no tiene ni idea del trato con jóvenes, además de que fue puesta en el cargo por una decisión política".

Los problemas con el instituto se agravaron hace poco más de un año. Hasta ese momento, funcionaba dentro de cierta normalidad, con talleres de trabajo, ocho horas diarias de escolarización a partir de dos docentes, con proyectos y autogestionado. A mediados del año pasado se enmarcó a El Maruchito y a sus empleados dentro del programa de Promoción Familiar. Fue allí, según los mismos trabajadores del centro, cuando "cayeron los talleres, se vinieron abajo las estructuras y comenzó la desidia del Estado".