Médicos exigen reglas claras para atender a PAMI

En Bariloche reclamaron un marco regulatorio.

Advierten sobre el riesgo para los jubilados.

Ernesto Terán, titular del Colegio Médico de Bariloche, explicó la necesidad de un rápido acuerdo con PAMI.

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El Colegio Médico de Bariloche volvió a reclamar ayer al PAMI un marco regulatorio claro para la atención primaria de los jubilados en la provincia y advirtió que la actual indefinición representa un grave riesgo para los 36.000 afiliados rionegrinos.

A propuesta de la obra social, la Federación Médica de Río Negro plasmó en un convenio un minucioso programa de atención -con las prevalencias de enfermedades de la tercera edad- que quedó paralizado por la crisis institucional que sacude al instituto previsional.

Los médicos temen, con razón, que la situación se extienda indefinidamente con el consecuente perjuicio para los jubilados que, en Bariloche, tienen cortada la prestación de médicos de cabecera y en pocos días podrían quedarse sin servicios de internación privados.

Sobre el fin de semana el titular del PAMI, Juan González Gaviola, comunicó a la entidad colegiada que no se firmará ningún nuevo convenio hasta que se terminen las auditorías internas y recambios de gerentes.

Si bien los médicos reconocen que la depuración de la obra social es una "necesidad imperiosa" la respuesta los alarmó. "Ningún sistema puede funcionar en un ámbito de desorden y corrupción como el del PAMI", afirmó el presidente del Colegio Médico local, Ernesto Teran, pero recordó que "hace un año que los jubilados no tienen prestaciones ordenadas en el primer nivel".

El último convenio que rigió la cobertura médica de los jubilados en Río Negro fue el alcanzado en el 2000 con las federaciones Médica y de Clínicas y gerenciado por Sirsa, que se interrumpió en julio de 2002 tras 10 meses de incumplimiento de pagos por parte del PAMI.

Desde entonces se trabaja con acuerdos de palabra que se cumplen parcialmente y devienen en mayores costos para la obra social, la imposibilidad de cobro para los prestadores y cortes recurrentes de servicios a los afiliados.

La deuda de la obra social

La deuda de la obra social con el Colegio Médico suma unos 600.000 pesos anteriores a 1996 y 120.000

pesos acumulados en el último período de la gerenciadora Sirsa "Desde julio de 2002 a la fecha hay una anarquía prestacional absoluta, el sistema no funciona y los acuerdos de palabra intentan enmascarar esa realidad", denunció Teran.

El médico, que tiempo atrás calificó el accionar de la obra social como "una payasada sanitaria", advirtió que los más perjudicados con la demora son los afiliados. "Los médicos podemos esperar para cobrar pero los que no pueden esperar para recibir una atención adecuada son los jubilados porque en el medio (de las negociaciones) se van muriendo", enfatizó el profesional.

A la delicada situación planteada con los prestadores del primer nivel se podría sumar esta semana un nuevo corte de los servicios de internación si el PAMI no salda la deuda reclamada por la intersanatorial de esta ciudad.