La prótesis que terminó siendo un clavo

La provisión de prótesis deriva en fuertes gastos para el Ipross.

La atención y provisión por prótesis conforma una prestación conflictiva para el Ipross. Por esa cuestión, no faltan denuncias, pero la más llamativa se remonta a setiembre, cuando una investigación sobre el costo pagado por el Ipross aclaró la colocación de una prótesis.

Por aquella época, el marido de una afiliada de Viedma denunció en el Ipross y la Defensora del Pueblo que la obra social rionegrino se demoró en la provisión de una prótesis para luego pagar cerca de 4.000 pesos, cuando el traumatólogo le ofreció y colocó ese material por 1.400 pesos. Ofreció aportar la factura de la compra.

El profesional de Viedma fue citado por el Ipross. Reconoció el pedido de la prótesis para esa paciente pero después admitió haber revisado ese implante. Expresó que el denunciante entendió mal porque nunca le vendió prótesis.

La obra social y la Defensora solicitaron la historia clínica de la afiliada y la misma ratifica que sólo se colocó un clavo en la zona afectada.

El marido de la paciente se rectificó y retiró las denuncias originales. Por esa razón muchas dudas quedaron sobre la realidad de esa prestación.

La provisión de prótesis conforma un discusión permanente entre los prestadores y los médicos. Ese material lo entrega la Federación de Clínicas pero, en general, los profesionales se resisten a implantar aquellas que no conozcan y así se origina un gran debate, que termina con la adquisición del material por parte de la obra social. Así, Gutiérrez reconoce que el Ipross está comprando de tres a cuatro prótesis semanales, con costos de 6.000 a 16.000 pesos. Parte de esos montos se recuperan porque se debitan del pago de las prestaciones de la Federación. (AV)