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Un ícono de la Revolución Mexicana, junto con Zapata

A 80 años de su muerte, Pancho Villa aún es leyenda

Fue peón y feroz bandolero antes de integrar la Revolución Mexicana. Se convirtió en el único que invadió EE. UU. y en filmar sus hazañas.Retirado de la lucha, murió en un atentado. Robaron su cabeza en 1926.

Junto a Emiliano Zapata, un líder muy distinto pero con quien compartió varios de sus objetivos en la Revolución Mexicana.

Tantas leyendas rodean la vida de Pancho Villa que los historiadores han tenido dificultad para desentrañar quién fue en realidad este héroe y villano de la Revolución Mexicana (1910-17), que murió acribillado a balazos hace 80 años en una emboscada.

Peón rural, analfabeto, ladrón de ganado, asesino, eficaz militar, político autodidacta y estrella de Hollywood, Pancho Villa, cuyo verdadero nombre era Doroteo Arango, ya había dejado atrás las batallas cuando fue abatido en su coche el 20 de julio de 1923 en la norteña ciudad de Parral, Chihuahua.

Nacido en 1878 en territorio de una de las haciendas más grandes del Estado de Durango, en el centro-norte de México, Arango, no se sabe cómo fue que Villa inició su vida de bandido antes de sumarse a las filas revolucionarias.

Una de las leyendas dice que a los 16 años tuvo que pasar a la clandestinidad porque hirió a tiros a un hacendado que pretendía violar a su hermana.

Integró la banda de Francisco Villa, de quien llegó a ser gran amigo y lugarteniente. Muerto éste en un enfrentamiento, Doroteo, en su homenaje, tomó su nombre y así terminó siendo conocido como Pancho Villa.

Durante sus años de forajido, se le atribuyeron robos espectaculares y asesinatos a sangre fría. 

Mito y realidad

Según el historiador austríaco Friedrich Katz, considerado el mayor estudioso del villismo, hay tantas leyendas sobre Pancho Villa, muchas ellas alentadas por el mismo revolucionario, que la importancia histórica de su movimiento quedó opacada por los mitos.

En la Revolución Mexicana, que fueron en realidad varias revoluciones englobadas en una, Villa combatió primero contra el régimen del dictador Porfirio Díaz y luego en el bando de los constitucionalistas contra el general golpista Victoriano Huerta.

Mientras guerreaba, se hacía asistir por profesores que lograron, a partir de su condición de analfabeto, hacer de él un hombre de razonable cultura Tras la victoria sobre Díaz y la asunción de Madero en 1911, se retiró a la vida civil, donde comenzó a madurar su idea de integrar a los militares en fincas rurales y establecimientos fabriles Pero un levantamiento de Huerta contra Madero lo hizo volver a la lucha.

Formó entonces un ejército disciplinado y legendario de 3000 hombres llamado la "División del Norte", con el que logró importantes triunfos militaresy que ha sido calificado por Katz como "el mayor ejército revolucionario que haya existido jamás en América Latina" Tras sangrientas batallas se convirtió en gobernador de ese estado. Como tal reorganizó las finanzas, fundó 50 escuelas e hizo una reforma agraria Con Zapata y Carranza derrotaron a Huerta y entraron triunfantes en Ciudad de México.

En la Convención de Aguascalientes de 1914 los revolucionarios se dividieron en "carrancistas" por un lado y "zapatistas y villistas" por el otro Triunfaron éstos, pero Carranza lanzó una ofensiva militar que hizo retroceder a sus reductos a los caudillos campesinos. "El Centauro del Norte" prosiguió la lucha, ya como guerrillero, hasta que siendo otra vez presidente Huerta, enjulio de 1920 se firmó la Convención de Sabinas, por la cual se acordó la paz.

La historia lo recuerda como el único extranjero que invadió territorio continental de Estados Unidos, con el ataque a la población fronteriza de Columbus en marzo de 1916, tras ser estafado por un proveedor de armas de esa ciudad. A raíz del fusilamiento de varios estadounidenses, el presidente Woodrow Wilson envió una expedición punitiva integrada por 5.000 hombres, apoyados con aviones y comandados por el general John Joseph Pershing  

Batallas para Hollywood

Otra de sus originalidades fueron los contratos que firmó con Hollywood para la filmación de sus hazañas en vivo y en directo, lo que le permitió reunir fondos para su causa y crearse una imagen favorable en Estados Unidos antes de enemistarse con los "gringos".

Dicen incluso que firmó una cláusula con la Mutual Film Company por la cual se comprometía a librar las batallas de día para que hubiera mejor luz y que en caso necesario repetiría las escenas Es sólo otro de los mitos, sostiene Katz, aunque sí es cierto que "como los productores consideraron que su atuendo normal, un sombrero fláccido y un suéter, demeritaban su prestigio, aceptó ponerse un uniforme proporcionado por la productora".

Después de deponer las armas en 1920, Villa recibió la estanci de "El Canutillo", de 25.000 hectáreas, en Chihuahua, donde se dedicó, con sus viejos soldados, a su plan de integración militar al trabaj Así explicaba Villa su sueño: "al instituirse la Nueva República México no tendrá un ejército nunca más. Los ejércitos son el mayor sostén de la tiranía. No puede existir dictador sin ejército. El ejército lo pondremos a trabajar. En todas las regiones del país instituiremos colonias militares para los veteranos de la Revolución. El estado les concederá terreno agrícola y fundará grandes empresas industriales para darles trabajo" "Mi ambición sería la de pasar lo que me queda en una de estas colonias militares, entre los compañeros que tanto quiero y durante tanto estuvieron conmigo. El tiempo que me queda me gustaría vivirlo en la granja, cultivando maíz y criando ganado" Pero el sueño no pudo ser.

Villa vivía temeroso a sufrir un atentado de sus enemigos políticos o de los que querían cobrarle cuentas pendientes.

Y el día le llegó el 20 de julio de 1923. Después de asistir como padrino a una ceremonia de bautismo en Río Florido, se dirigió a Parral, donde permaneció varios días para arreglar asuntos personales con la única compañía de unas pocas personas de confianza.A las ocho de la mañanaabandonó el hotel y se subió a su coche Dodge para regresar manejando hasta Canutillo. Un viejo vendedor de golosinas dio a los victimarios la señal de que el auto iba a pasar. Y, al doblar la esquina, una ráfaga de tiros terminó con la vida de Villa, héroe y villano En 1926, tres años después, un estadounidense profanó su tumba y robó su cabeza. Desde entonces nunca pudo ser recuperada.

(Télam y DPA)

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