Domingo 20 de julio de 2003

De domingo a domingo

Una caricia

Como la contracara de Menem, el presidente Kirchner se presentó ante los líderes de Europa. A instancias de Blair, se convino que Bush lo recibirá en Washington el miércoles. En Buenos Aires, participó desde el palco en la recordación del atentado a la AMIA.

En la Casa Rosada, ocupada hoy por muchos que aceptan que fueron imberbes en la década del '70 pero al mismo tiempo aseguran que ya dejaron atrás ese ciclo de extremismo infantil antinorteamericano, se cuenta de boca en boca la siguiente anécdota: en su primer entrevista con George Bush padre, en la Casa Blanca, el entonces presidente Carlos Menem, le preguntó en castellano "¿qué podemos hacer los argentinos por ustedes?". El texano, sonriente, creyó escuchar mal y le pidió a la intérprete que le hiciera repetir la frase a ese riojano tan simpático y entrador. "¿Qué podemos hacer los argentinos por ustedes?", insistió el hombre de las patillas que ya se iban recortando, dispuesto a inaugurar la era de las "relaciones carnales".

Esa, exactamente en esa actitud de sumisión, es en la que no hará bajo ningún punto de vista el presidente Néstor Kirchner, cuando el próximo miércoles se vea cara a cara con el "halcón" George Bush hijo, en Washington. El encuentro fue sorpresivamente adelantado, al culminar el jueves pasado la gira de trabajo por Europa, donde el inglés Tony Blair, el alemán Gerhard Schröder, el francés Jacques Chirac y, especialmente, el español José María Aznar, se comprometieron a ayudarlo para recuperar la economía y la estabilidad política en el quebrado país del Cono Sur.

La trascendente reunión Bush junior y Kirchner fue apurada (tras un consejo de Blair) por el flamante embajador en Washington José Bordón con el secretario de Estado Colin Powell. Este diario había adelantado el interés de Otto Reich, el experto en seguridad norteamericano, por conocer a K. Las cosas de precipitaron y Powell, atento a la exitosa forma de presentación en sociedad del patagónico, reveló un diálogo:

"Cuando estuve en Buenos Aires, le expresé a su Presidente que Estados Unidos está muy interesado en vincularse con la Argentina porque le asigna un papel clave en el desarrollo pacífico y la estabilidad social de América Latina", rememoró Powell lo que había parafraseado ante K.

"Bueno, háganos una caricia", concedió en junio el santacruceño que cayó bien a los líderes europeos, igualmente embelesados por el nivel intelectual de su esposa, la senadora Cristina Fernández Como hizo en el viejo continente, Kirchner pretende plantarse con seriedad frente a Bush: hará participar a militares argentinos en escenarios extranjeros sólo si lo autorizan las Naciones Unidas, mantendrá el equilibrio fiscal con superávit pero sin ahogar a las capas más empobrecidas, dictará reglas de juego y las hará respetar sin fomentar como en el pasado la corrupción y no atenderá a las recetas neoliberales impuestas por el FMI en la década del '90. Elogiará la iniciativa del ALCA, preservando su acuerdo estratégico con Brasil - al que le reconoce un liderazgo en la región - y por su lado alentará estrechar lazos con Chile. El ABC de Perón En Londres, París y Madrid, Kirchner polemizócon el sector empresario, pero terminó aplaudido por los españoles, a los que les había recriminado también su "complicidad" con las malas prácticas del menemismo.

"¿Limpio? En la calle no hay nada limpio", se impacientaba en la película FIST, haciendo de sindicalista, el actor Sylvester Stallone. Como él, Kirchner prometió "no volver al '45" y garantizó un "capitalismo racional y equitativo", al tiempo que sacó a relucir los trapos sucios en plena cara de los inversores europeos.

Nadie ve en las tinieblas. Las empresas que participaron de las privatizaciones tuvieron que hacer "arreglos por abajo de la mesa, tuvieronganancias exageradas y fueron responsables de la crisis", enrostró K, quien habló desde el sentido común también, cuando expuso el tema de la soberanía argentina sobre Malvinas, tras criticar la "locura" guerrera del General Leopoldo Fortunato Galtieri.

Los tenedores de bonos en Europa no quieren rebajas, quieren cobrar. Y K les señaló que pretende pagar. "Para que podamos hacerlo, primero debemos curarnos, con crecimiento y seguridad jurídica", fue su receta inconmovible Despotricó contra el FMI y las mentes brillantes "que pasearon a Menem por el mundo, mientras en la Argentina crecía la exclusión y se producía el quiebre institucional". Chirac, el francés que goza de gran popularidad y enfrentó a Estados Unidos por la guerra contra Iraq, le señaló que si las empresas galas no se fueron en los peores momentos, tampoco no lo harán en la nueva etapa abierta por los "kafkianos" argentinos. "Eso sí, las tarifas están un poco congelados", se permitió para horadar la intransigencia de Kirchner, quien insistió que los ajustes, acotados, llegarán en el momento justo, pues las privatizadas incumplieron contratos, se aprovecharon de la paridad un dólar un peso, no todas hicieron las inversiones pautadas y fugaron divisas sin control.

No fueron todas pálidas las de K. Tranquilizó a los inversores, asegurándoles que no habrá marcha atrás con las privatizaciones, ni siquiera en el área del petróleo. "Lo que estuvo mal - dijo - fue la asociación del poder económico con el poder político de turno".

Las firmas que manejan el agua, la luz, los teléfonos, los ferrocarriles, sentenciaban hace un año que estaban en una situación terminal, pero todavía siguen estando ahí, buscando permanecer en un marco de sana rentabilidad, producción y empleo Algunos pensaban que K haría en Europa propaganda a favor de las extradiciones de militares argentinos acusados de violaciones a los derechos humanos. No llegó a eso, si bien en los próximos días anulará el decreto de Fernando De la Rúa que rechaza in limine esa posibilidad. En el Ejército y la Armada hay malestar, controlado porque hoycasi el 80 de la población aprueba los pasos dados por el ex gobernador de Santa Cruz. Además, el Presidente espera forzar un pronunciamiento de la disminuida Corte Suprema de Justicia sobre la constitucionalidad de las leyes de punto final y obediencia debida.

Los bancos se quejan y reclaman una compensación por la pesificación asimétrica, que el gobierno no parece dispuesto a concederles, según manifiestan el jefe de la SIDE, Sergio Acevedo y el secretario general de la Presidencia, Marcelo Parrilli. "Prestaron a tasas siderales y serán compensados solo si cupiese", aceptan.

La movida de Bush para el miércoles próximo debería interpretarse más comoun intento por no dejar librada su suerte a América Latina ("no perderla"), que al temor concreto de un eje inexistente en la realidad de Kirchner con el líder cubano Fidel Castro y el venezolano Hugo Chávez.

A su regreso a Buenos Aires, Kirchner fue palmeado en el acto en el que la comunidad judía recordó el noveno aniversario del atentado contra la AMIA. En el mismo fueron defenestrados, además de Menem, Eduardo Duhalde, Carlos Ruckauf y el juez Galeano. No habló el Presidente porque tiene pensado hacerlo sólo cuando avance el esclarecimiento del salvaje ataque terrorista.

Su ex padrino Duhalde se movió con mesura, pero no se privó de ir aMisiones para levantar la candidatura de Ramón Puerta, reprobada por el patagónico. Allí, el ex Presidente advirtió que si éste gobierno tiene problemas, encontrará en el peronismo y no en otras fuerzas, el respaldo para salir a flote. En una palabra, se ubicó como garante de un sistema que Kirchner cree poder domeñar por sí solo construyendo poder interno con pragmatismo.

Arnaldo Paganetti

arnaldopaganetti@rionegro.com.ar

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