Bariloche irá a la Justicia para frenar una cantera

El intendente Icare busca evitar así que continúe la explotación de una cantera que pone en riesgo dos barrios del IPPV. Está comprobado que la producción de áridos se había apartado de lo autorizado en el plan de manejo municipal. Emplazan al dueño a

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El intendente Alberto Icare buscará amparo en la Justicia para evitar que continúe la explotación de la cantera Ñire, cuyo peligroso talud vertical amenaza a los vecinos de dos barrios del IPPV.

El secretario municipal de Obras Públicas, Fernando Martín, confirmó ayer que la asesoría legal está preparando la demanda judicial, que apuntaría a neutralizar el "riesgo humano y ambiental" representado por la cantera.

El planteo jurídico es la última instancia a la que apela el municipio, luego de numerosos reclamos vecinales y de una inspección realizada a comienzos de junio por autoridades provinciales en la que quedó comprobado que la explotación de áridos se había apartado groseramente de lo autorizado en el plan de manejo.

La directora de Minería, Carmen Wagner, y el titular del Consejo de Ecología y Medio Ambiente, Raúl Assun, coincidieron en la necesidad de clausurar parcialmente la cantera y emplazaron a su dueño, Antonio Knorz, a efectuar los trabajos de "remediación".

Daño temido 

Ahora el municipio estaría decidido a erradicar la cantera en forma definitiva y estudia los términos de la presentación judicial, que invocaría la figura del "daño temido".

Así lo señaló el presidente de la junta vecinal de las 106 viviendas, Luis Bonich, quien reiteró su preocupación por las paredes verticales de 40 metros de rofundidad que se extienden a escasos 15 metros de la calle vecinal más cercana.

Además del 106 viviendas o "Parque Alén" (construido hace 5 años) el riesgo comprende a las 60 viviendas de otro barrio aledaño construido por el IPPV y de próxima inauguración "Cuando vino la directora de Minería se impresionó y dijo que esta cantera era una locura", aseguró Bonich.

Knorz lleva adelante la explotación en un terreno de su propiedad, ubicado al sur del casco urbano y cuenta desde hace años con una autorización provincial que se extendería hasta 2013.

No obstante, la construcción posterior de planes habitacionales en terrenos adquiridos por la misma provincia tornaron inviable la continuidad de la cantera. Más aún cuando los trabajos del propietario no habían respetado las recomendaciones respecto de la orientación y ángulo de los taludes.

El secretario de Obras Públicas del municipio reconoció que la extracción de áridos en el lugar entraña un serio riesgo "para la seguridad física de los vecinos, para las viviendas y para el medio ambiente".

"La idea de fondo es que la cantera no continúe, por el perjuicio que provoca -agregó-. Y en esto la posición del intendente es terminante".

Tomada la decisión, el Ejecutivo municipal