Frustran un atentado de ETA en Pamplona

PAMPLONA, España.- La policía española desactivó ayer una bomba colocada en un hotel de la norteña ciudad de Pamplona, donde se celebra la popular fiesta de San Fermín.

"ETA ha tratado de reventar los sanfermines", sostuvo un vocero del Ayuntamiento El hombre explicó que la bomba era una represalia porque el hotel se negó a pagar "el impuesto revolucionario".

Previamente, el hotel recibió una llamada de un hombre que en nombre de la organización separatista vasca ETA advertía de la colocación de un artefacto explosivo A continuación tanto el hotel como los edificios adyacentes fueron evacuados.

Los agentes desactivaron el explosivo de unos cuatro kilogramos, que había sido depositado en una papelera del baño de damas de la cafetería, según reportaron las autoridades.

Este fin de semana, cientos de miles de personas acudieron a Pamplona para celebrar el fin de las fiestas de San Fermín.

Inicialmente los agentes no encontraban el artefacto, porque los servicios de limpieza lo habían bajado al sótano del hotel tras cambiar las papeleras de los aseos A una mujer de limpieza le había llamado la atención que la papelera era muy pesada para levantarla, por lo que puso uno nueva y bajó el otro al sótano del hotel, donde se almacena ese tipo de material.

La dirección del hotel dio entonces aviso a la policía, que procedió a acordonar la zona y desalojar el hotel, mientras los artificieros localizaban la bomba y procedían a su neutralización, que lograron hacia las 17H25 locales (15H25 GMT) El sábado se difundió un escrito interno de ETA en el que la organización anunciaba nuevos ataques con bombas en centros turísticos españoles y también declaraba como blanco de ataques a grandes empresas.

ETA anunció allí una campaña de terror "sistemática", que debía alcanzar también a "oligarcas, ricos, banqueros y managers". El turismo es un objetivo debido a su gran importancia para la economía española, se expresó.

El primero de julio, los artificieros de la policía vasca lograban desactivar en Bilbao un coche-bomba cargado con 15 kilos de dinamita, preparado como una trampa destinada a los propios técnicos en desactivación de explosivos de la policía.