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Las "viudas negras" chechenas ponen en jaque a la poderosa Rusia

Protagonizaron los últimos atentados suicidas en Moscú, con decenas de muertos.

Sus esposos murieron a manos de las tropas del Kremlin y buscan vengarse.

A sus 20 años, Sulichan Elichadchieva parecía apenas otra de las jóvenes que se disponía a disfrutar del maratónico recital de rock programado en Moscú el sábado pasado. Pero su actitud durante la revisión de rutina a las puertas del estadio llamó la atención de los policías. Sabiendo que sería descubierta, la joven chechena decidió accionar los pesados cinturones cargados de explosivos que llevaba bajo sus ropas. "No lo he logrado, ahora no iré con Alá", murmuró mientras moría desangrada. Su dispositivo no funcionó como esperaba, aunque bastó para matarla. Casi al mismo tiempo, otra atacante suicida sí lograba su objetivo: se inmoló a la entrada del estadio matando a otros 13 jóvenes que hacían cola para entrar ¿Qué llevó a las dos mujeres a matar de una forma tan brutal a jóvenes rusos de su misma edad?

Según las primeras investigaciones, las terroristas estaban casadas con rebeldes que murieron en combates contra el Ejército ruso. Además, las dos eran madres de niños pequeños Los servicios de seguridad rusos las bautizaron como las "viudas negras" (la araña conocida por su veneno letal y por matar a su pareja tras aparearse). Hicieron su aparición estelar en octubre de 2002, cuando guerrilleros chechenos tomaron por asalto el teatro de Dubrovka, también en la capital rusa, atrapando a 800 rehenes y amenazando con matarlos si el gobierno de Vladimir Putin no ordenaba la salida de tropas de Chechenia El grupo estaba compuesto por 41 guerrilleros, 20 de ellos mujeres, ataviadas con gruesos cinturones de explosivos y dispuestas a accionarlos en cualquier momento. Finalmente, las fuerzas especiales rusas recuperaron el recinto en un operativo en donde utilizaron gas paralizante, matando a todos los guerrilleros y también a 129 rehenes Uno de los actos más espectaculares tuvo lugar en mayo de este año, cuando Shaidat Baimuradova, de 46 años, se inmoló en un multitudinario acto público organizado por los rusos. La mujer intentó acercarse al jefe regional ruso, Ajmad Kadyrov, reclamándole por la desaparición de sus tres hijos en Chechenia, una situación común en este país Cuando los custodios le impidieron seguir, accionó la bomba que llevaba adherida al cuerpo, matando a otras 14 personas e hiriendo a otras 45. El esposo de Baimuradova había muerto en 1999 en la segunda guerra de Chechenia "Estas mujeres no tienen nada que perder, quieren tomarse venganza incluso al precio de sus propias vidas", señaló tras el último atentado en Moscú el mayor Valeri Vertshagin, Vicejefe del centro Antiterrorista al diario "Nesavissimaya Gazeta"  

El perfil de las kamikaze  

La mayoría de las atacantes suicidas son jóvenes, devotas musulmanas y han quedado solas ya sea por haber perdido a sus esposos o sus hijos en la cruenta guerra de guerrillas que azota a Chechenia desde 1994 . La militancia les permite una válvula de escape a su dolor y rencor hacia las tropas rusas, además de proporcionarles un objetivo de vida. La promesa es que gracias a "sus acciones heroicas en defensa del islam" entrarán al paraíso Su ventaja: llaman mucho menos la atención de las fuerzas de seguridad rusas y sus ropas les permiten almacenar mayor cantidad de explosivos sin despertar sospechas. Según el servicio secreto interno ruso, FSB, son entrenadas en el extranjero.

La inteligencia rusa cree que las "viudas negras" son reclutadas por el líder separatista checheno Shamil Vassayev, quien amenazó con "inundar Rusia" de kamikazes si las tropas no se retiran de su país. Este checheno nacido en 1965 integró la resistencia armada durante la primera guerra contra los rusos, entre 1994 y 1996. Desde entonces lleva a cabo su propia guerra brutal contra Moscú. Su entrenamiento militar fue realizado en los campos de batalla afganos Por eso, Rusia lo ha vinculado con la red terrorista Al Qaeda de Osama Ben Laden.

Si se confirma que Bassayev recluta a sus terroristas entre las viudas de rebeldes, tiene de dónde elegir. Tan sólo en el último año y medio murieron más de 1.800 chechenos a manos de tropas rusas, según la fiscalía de Moscú.

Pero el extremismo islámico o político es una decisión marginal entre los 20 millones de musulmanes que viven en Rusia, incluso en Chechenia . El odio de la población se dirige sobre todo contra las fuerzas armadas rusas culpables de violaciones a los derechos humanos. La desaparición de civiles en redadas de las tropas rusas, la clausura de campos para desplazados internos y torturas son moneda corriente, según Amnistía Internacional Leonardo Herreros

(Fuentes: agencias, The New York Times, Clarín , Periodista Digital , El Mundo y Amnistía Internacional, entre otras).

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