Domingo 6 de julio de 2003 | ||
De domingo a domingo Asuntos internos Con el mismo ritmo intenso del primer día, Kirchner cumplió seis semanas de gobierno. En medio de una explosión de inseguridad, echaron al jefe de la Policía bonaerense. La nominación de Zaffaroni para reemplazar a Nazareno en la Corte fue bien recibida. La confrontación es inevitable. Y más en un país con tantos males y tanta necesidad de transformarse para mejorar. Hay fuerzas (las que sacan provecho de la insensatez en el manejo de la cosa pública), que lógicamente resistirán los cambios. Si el jefe de una de las policías con mayor poder de fuego, la bonaerense, Alberto Sobrado, fue echado por corrupto (tenía una cuenta injustificada de casi 350 mil dólares en un paraíso fiscal del Caribe), qué puede esperarse del escalafón inmediato inferior, a quien la opinión vulgar emparienta (no a todos, por supuesto) con la ola de secuestros y el robo de automotores que luego son desguazados en los desarmaderos, algunos de ellos intocables, como los existentes en la calle Warnes, en la populosa ciudad de Buenos Aires. "Tengamos en cuenta - advirtió un alto funcionario de la administración nacional que empujó al gobernador Felipe Solá para que expulsara ignominiosamente a Sobrado-, que el problema de la inseguridad, en mayor o menor medida, está en todas las provincias y en las policías. No se resolverá de la noche a la mañana. Tiene una gran complejidad, no sólo social, sino también mafiosa, porque hay bandas organizadas y un delito científico". El mismo funcionario, que aportó datos a Solá sobre pandillas de comisarios y ex comisarios que operaban impunemente en la Zona Norte del Gran Buenos Aires y uno de cuyos objetivos era "voltear" a Juan Pablo Cafiero como ministro del área del principal distrito de la Argentina, admitió que el presidente Kirchner está sumamente preocupado y ordenó trabajar en un comando conjunto único. "(Gustavo) Beliz se puso al lado de Juampi Cafiero, y están tratando de hacer una limpieza a fondo, pero, claro, dónde rascan, aparece pus", se sinceró. En la Presidencia, aceitados los mecanismos para resguardar los a veces incontrolados movimientos de Kirchner (desobediente a la hora de tomar recaudos personales), se asocia la lucha contra la delincuencia (dónde se ubican a los uniformados ladrones o que, para garantizarse pingües negocios, hacen la vista gorda), sostienen que cuando las múltiples medidas de la nueva administración vayan surtiendo un efecto positivo, ayudarán a restablecer el orden, hasta en el cumplimiento de las obligaciones fiscales. La ecuación es simple: apaciguar los ánimos y generar paz social. ¿Para qué? Para que la gente deje de mirar a los políticos como sus enemigos :en tres de cada cuatro países, especialmente en Argentina y Japón, según Transparencia Internacional, los ciudadanos identifican a los partidos como la primera institución en la cual eliminarían la corrupción. Es cierto, el año pasado, diputados y senadores tenían miedo de salir a la calle en medio de las manifestaciones. "No sabíamos de donde podía venir el palo", confesó una vez el rionegrino Luis Falcó. Hoy, gracias a la nueva magen que ofrece Kirchner a su gestión, hay una visión distinta: confianza es una palabra excesiva, hay una sana expectativa. Rezongón de frente, con o sin micrófonos delante, Pablo Verani se lo dijo con estas palabras al ministro del Interior, Aníbal Fernández, cuando se reunió con él a mediados de la semana última: "Conozco mucho al Presidente de cuándo éramos colegas. Estoy cansado del doble discurso argentinista. En este momento, el 80 por ciento de la población es kirchnerista. Yo que soy un radical, y que moriré siendo radical, acepto que de diez cosas que hicieron 9 pueden estar bien, pero tengan cuidado con los desequilibrios". "Yo me pregunto - prosiguió -, ¿es Kirchner el mismo tipo que reformó la nstitución para quedarse en forma indefinida como gobernador de Santa Cruz?! Está bien que hagan pelota al sindicalismo de derecha, ¿pero no exageran cuándo fomentan a los piqueteros como gremialistas de izquierda? No es posible que desde algunos ministerios se proyecte descriminalizar los cortes de ruta. Estoy en contra de la carga de liberalismo que cayó sobre la República hasta alcanzar un esquema conservador, pero ¿volver al setentismo?". Los temores del veterano radical se irán despejando - o no - con el correr de los días. El mismo planteó que no hay que ser muy exigentes para no errumbar el castillo que se intenta construir. La propuesta del Ejecutivo para que el experto penalista Raúl Zaffaroni reemplace en la Corte Suprema al desprestigiado Julio Nazareno, fue recibida a grandes rasgos como "un cuento de hadas", tal la caracterización de la chaqueña Elisa Carrió, dispuesta a respaldar con acciones a Kirchner, sin transigir con los dirigentes tradicionales del peronismo, adoradores de la trenza y el clientelismo, cuando no del chantaje. Los kirchneristas - como los caracteriza Verani - explican que al nominar a Zaffaroni, el Presidente despejó cualquier duda sobre su vocación pluralista y auto limitante y el clamor por edificar una justicia que sea "la contracara" de la armda en los diez años del mandato constitucional de Carlos Menem. "No habrá más una Corte adicta, sino que será un reflejo de la nueva realidad del país, con juristas en serio, que hagan carne la integración regional", explica a sus interlocutores el neuquino Oscar Parrilli. Una crítica, lanzada hasta por el ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez, "tocó" a Kirchner: la designación de la esposa de Julio de Vido, el poderoso ministro de Infraestructura, en un organismo de control. Las justificaciones están a la orden del día (la oficina anticorrupción no hizo ningún cuestionamiento ético, explican), pero la sombra de duda ha sido echada a rodar. Hoy, en medio del razonable idilio popular, se deja pasar, pero qué sucederá cuándo las contradicciones tiendan a agudizarse. Kirchner estaba eufórico el viernes con los operativos de la AFIP en busca de evasores y, en apariencia, se va desentendiendo de los procesos electorales en desarrollo en varios distritos. Sin embargo, no es un inocente político. A último momento, se desprendió del "caprichoso" ex menemista Carlos Manfredotti y posibilitó el triunfo del radical Jorge Colazo, quien a la vez se apuró a elogiar al santacruceño. "La política es una ciencia de realidades", declaró el abogado penalista Zaffaroni, abriendo un abanico de posibilidades sobre el futuro nacional. Está por finalizar sus vacaciones el ex presidente Eduardo Duhalde y su retorno no pasará desapercibido Kirchner y otros "progresistas" como Aníbal Ibarra, creen en la sinceridad de su "paso al costado" o a la "retaguardia". Otros, no lo consideran un "dinosaurio" como a Menem y juzgan que pesará en las decisiones. Presumen, por ejemplo, que ubicará a su ex jefe de gabinete Alfredo Atanasof en un puesto clave del gobierno de Solá, en Buenos Aires. Arnaldo Paganetti arnaldopaganetti@rionegro.com.ar
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