El turismo y la integración regional

Por Edgardo J. Baigorria Napoli (*)

Especial para "Río Negro"

La comarca andina del paralelo 42 funciona, en apariencia, integradamente. Para cumplir con este ideal resulta necesario y a la vez lógico pensar que dentro de una región los agentes deben compartir criterios de acción, comunicación y cooperación, políticas en común; en definitiva, actuar de manera integrada. ¿Es esto un hecho o solamente una idealización que no se corresponde con la realidad?

La integración como parte fundamental del proceso de regionalización no siempre alcanza su pleno desarrollo y, en algunos ámbitos, la total inexistencia de la misma afecta el incipiente desarrollo y crecimiento de los circuitos turísticos de la Patagonia argentina.

La falta de consenso, y por ende la incapacidad de sentar bases y líneas generales de acción, es el principal obstáculo con que se encuentran los agentes intervinientes en el desarrollo específico de la actividad turística. Si a esto le sumamos un concepto fundamental para el análisis, como es la conciencia de estos agentes, en cuanto a que la regionalización no es una utopía sino todo lo contrario, algo completamente realizable y necesario para explotar el potencial turístico, nos encontramos con que la problemática resumida en "región pero no regionalización" es difícil de abordar, y cuyo corazón, cual órgano vital que debe atacarse, es la integración como concepto y como acción.

¿Es posible concebir una región sin su correspondiente proceso de regionalización? Y, ¿cómo influye la integración de los agentes en este proceso?

La región, cuyo estudio es abordado por numerosos teóricos, es una unidad espacial concreta integrada por agentes que se relacionan entre sí. Una región posee, a su vez, recursos, límites, problemáticas, potencialidades y vínculos con otras regiones, y su desarrollo o comportamiento depende de la articulación y direccionalidad de las relaciones, siempre en función de uno o más objetivos. La región es también el resultado de un continuo proceso de regionalización, donde la integración juega un papel protagónico y, específicamente en relación con los agentes, constituye los cimientos sobre los que se asientan las políticas de desarrollo regional futuro. Sus objetivos contemplan acciones interdisciplinarias, pero en cada una de ellas prevalecerá una actividad preponderante que debe ser planteada por idóneos y profesionales específicos que puedan elaborar propuestas basadas en conocimientos teóricos y/o prácticos reales y fundamentados.

La situación de la comarca es un caso particular, donde el uso de la palabra región ha sido manipulado de forma tal que se ha creado en la conciencia de los turistas una suerte de imagen de "región consolidada", que no se corresponde con la realidad. Es por ello que es común oír hablar de la "Región Turística de la Comarca Andina del Paralelo 42".

La integración, como piedra angular del proceso de regionalización, puede definirse como aquella relación entre los agentes basada en una conciencia de región, en pos de lograr el consenso entre las diferentes partes interactuantes.

La dirigencia política, que tiene acceso y dominio sobre el poder ideológico, pretende implementar su visión de región sobre la sociedad civil. La primera logra plasmar su "hegemonía" sólo de manera parcial, ya que alcanza a imponerse en la mente de los turistas, pero no entre lo pobladores, quienes viven la realidad ajenos a tal concepción La realidad plantea vacíos e incongruencias, ya que los agentes que conforman el paralelo no están integrados. Las relaciones existentes entre los mismos muchas veces no cumplen con las condiciones de integración, ya que los intereses particulares priman sobre los comunes, obstruyendo el logro de la misma.

Son frecuentes situaciones en las cuales visitantes que concurren a oficinas de informes turísticos de la comarca buscando información acerca de servicios tales como alojamiento, no obtengan resultados favorables. La buena voluntad y la predisposición para con los turistas por parte d quienes brindan información se ven opacadas por la simple falta de comunicación entre municipios separados apenas por veinte kilómetros. Este ejemplo concreto debe permitir un análisis holístico de la situación; la simplicidad de este hecho deja inferir problemáticas de mayor jerarquía. Es factible, por lo tanto, que este tipo de situaciones se extienda a otras localidades de la comarca, haciendo visibles falencias de comunicación entre los diversos actores En este contexto se haría imposible concebir la existencia de objetivos comunes. No puede pretenderse tamaña empresa mientras niveles básicos y operacionales de comunicación estén insatisfechos, y no se provoque un quiebre en la visión individualista de cada agente dentro de cada centro turístico.

Existen antecedentes de unificación en la comarca referidos al desarrollo turístico a escala regional: la CODECAP, ente comarcal formado en febrero del 2000 en El Maitén (Chubut), y dentro de ésta la UGT (Unidad de Gestión Turística de la Comarca) nuclea a personas físicas y jurídicas encargadas de fomentar la actividad turística conjunta mediante la planificación participativa y estratégica. La misma fue creada con el fin de coordinar el manejo turístico comarcal en base al "Plan Estratégico Participativo de Turismo Comarcal". La CODECAP por ahora está en estado latente y acéfalo, ya que los municipios que deberían solventar los gastos y conducir la organización no lo han hecho Los proyectos o tratados firmados y planteados a futuro por agentes representativos nunca serán productivos si los mismos no son ejecutados. Aunque esta iniciativa cuenta con excelentes fundamentos, la no implementación de la misma, siguiendo lo recién esbozado, da una detallada visión del grado de desarrollo en que se encuentra la comarca dentro del proceso de regionalización.

Desafortunadamente parece demasiado importante y a la vez absurdo que una línea imaginaria, divisoria de dos provincias, sea una barrera casi material que obstaculiza la integración entre comunidades chubutenses y rionegrinas. Parece ser que el solo hecho de pertenecer los agentes a diferentes órdenes jurisdiccionales es la principal bandera a la hora de defender posiciones propias e individualistas, impidiendo un abordaje más amplio de conceptos básicos y clave para la regionalización.

A través de la reformulación de estas políticas individualistas, los encargados de planificar los pasos a seguir en el proceso de conformación de la región como tal, incluidos los inversores, deben buscar potenciar la unicidad y singularidad de cada uno de los centros, apuntando a una región caracterizada por la diversidad de atractivos turísticos; todo esto acorde con un proceso de regionalización donde su principal objetivo -la construcción total y mantenimiento de una región- sea constante y perdurable A pesar de lo antes expuesto, lograr un consenso entre los diferentes agentes intervinientes no es tarea fácil en este período en el que los intereses personales de cualquier tipo priman por sobre el resto. Una vez que se alcance el objetivo de derrocar estas actitudes egoístas se estaría en condiciones de dar el puntapié inicial para lograr una conciencia colectiva, ya que la viabilidad se logra a través de la integración. El conjunto de intelectuales tiene las herramientas para llevar adelante las acciones necesarias para lograr el desarrollo integrado de la comarca como una región.

La regionalización impulsará y alimentará un proceso de concientización basado en la integración de las partes para un fin común, donde el turismo será uno de los ejes estructurantes y determinantes, si se quiere tener una verdadera región del paralelo 42 y no un mero conjunto de comunidades próximas.

El desarrollo de políticas turísticas en las cuales los centros turísticos se integren y elaboren estos planes en conjunto y con visión de proyectarse en el futuro puede constituir una de las tantas salidas de la realidad en que se encuentra inmerso el país. De más está aclarar que no se pueden dejar de lado otras actividades económicas, constituyendo un monocultivo basado únicamente en el turismo, sino que se deben elaborar las estrategias con una visión integradora e interdisciplinaria que colabore con el desarrollo de otras actividades tendientes a revertir la situación de la Argentina.

Por su parte la globalización plantea una reorganización de orden territorial, económico, social, cultural y político, entre otros. Como reto, las provincias buscan agruparse conformando una organización territorial distinta de la netamente jurídico-administrativa para no quedar fuera del contexto "global" Las regiones actúan, entonces, como células constitutivas del "organismo nacional", que a partir de las relaciones con otras regiones nacionales potenciarán las posibilidades internas de cada región y sus actividades, las que a su vez beneficiarán el consecuente desarrollo del país en su conjunto. Es lógico pensar que no podemos apuntar a lograr relaciones interregionales si no se consigue consensuar intereses dentro de las unidades mínimas que conforman las regiones El raciocinio del hombre se funda en principios tales como comenzar por lo puntual para alcanzar lo global, y este caso no es la excepción, ya que la integración es el punto inicial para lograr una región consolidada. No existe ni existirá región alguna sin su correspondiente proceso constante de regionalización, y esta última no sobrevivirá demasiado si se quebranta, en el caso de que ya exista, la integración necesaria de sus células vitales.

Si la comarca andina del paralelo 42 cuenta con las condiciones necesarias para un desarrollo turístico regional, y a la vez es vista por los turistas como una región consolidada, ¿cuál es el motivo por el cual la integración no se logra en el seno de la misma?

(*) Este trabajo fue elaborado junto con Carolina Ciliberto, Julio Ciaffoni, Juan M. Coronel, Verónica García, Pablo Manavella y Manuel Rolán