Sábado 26 de julio de 2003
 

Matas vuelve a la región

 

Por Jorge Gadano

  Un vocero oficial informó en Neuquén el domingo pasado que el grupo empresario mendocino fundado por Jacques Matas invertirá ocho millones de dólares en Senillosa, destinados a montar un proyecto de fabricación de alimentos preelaborados encadenado a compras anuales del Estado provincial del orden de los diez millones de pesos.
El vocero dijo que ese proyecto había sido enviado a la Legislatura el año pasado, pero que allí fue paralizado ("dormido") en la comisión que preside el justicialista Aldo Duzdevich. En la misma línea argumental, el secretario de Producción, Marcelo Fernández Dotzel, se quejó de que la paralización de la iniciativa era "una falta de respeto" a Senillosa, al gobierno y a la empresa.
Lo notable del caso es que el mes pasado el jefe de gabinete, José Brillo, puso en duda que la inversión de Matas se concretara. Dijo: "Hay que ver si tras la aprobación de esta ley la firma Matas puede poner en marcha el proyecto que tenía previsto". La ley en cuestión es la que declaró expropiables unas 3.500 hectáreas de tierras improductivas en Senillosa.
Brillo explicó que el proyecto del grupo mendocino preveía en principio que se le adjudicarían 600 hectáreas. Luego redujo su pretensión a 200, pero en mayo se habría instalado en Senillosa otro inversor cuya producción competiría con la de Matas. Brillo dijo que por ese motivo no se podía confirmar que subsistiera el interés de esta empresa.
El primer y solemne anuncio sobre la llegada de Matas a Neuquén lo hizo Sobisch el 19 de setiembre del 2002 desde Senillosa. Allí, flanqueado por Fernández Dotzel, el extinto ministro de Gobierno Jorge Gorosito y el intendente Sergio Farías, informó en tono entusiástico que "el proyecto le cambiará el perfil de desarrollo no sólo a Senillosa sino a toda la provincia porque -ejemplificó- el grupo inversor incluye como propuesta la elaboración de toda la producción agroindustrial de la zona".
El mandatario dijo también que la iniciativa tramitaría por el sistema de iniciativa privada, bien que sin disimular que el grupo mendocino era el preferido del gobierno.
Las quejas oficiales contra la oposición han sido, si no justificables, comprensibles, porque a fines de enero último se hizo público que el diputado de la coalición ARI-PI Carlos Moraña dijo que, como el de Chihuidos II, el proyecto para Matas "altera el principio de la competencia". Por tal razón expresó su "legítima sospecha de que este trámite no es transparente".
El grupo Matas nació en Mendoza hace unos 60 años y desde hace por lo menos una década mantiene una relación de conflictos y armonías con el banquero Raúl Moneta. También ha estado asociado al grupo de Daniel Vila y José Luis Manzano.
Al parecer, el último acto de esa ardorosa convivencia con Moneta ha sido de reconciliación. El escenario fue el de una sociedad, conocida como Magna, que nuclea a los inversores que se juntaron en el vaciado Banco Mendoza.
El diario "Los Andes" informó el 22 de marzo último que una asamblea de Magna decidió desestimar una demanda millonaria contra el consorcio República controlado por Moneta. A favor del banquero votaron los empresarios Matas, Pérez Cuesta y Magnaghi, entre otros. Magnaghi representó al grupo Corporativa, contratado por Sobisch para embellecer su imagen. El principal voto en contra fue el de Pescarmona.
La fundación de Magna data de 1995. La idea fue de Luis María Casero -hoy gerente general del multimedios UNO- y de Daniel Vila. La finalidad de la sociedad era la de sumarse a Moneta para comprar los bancos provinciales que se privatizaban. Todos los socios, Matas y Pescarmona entre ellos, reunían el 27% del capital, que con el tiempo creció hasta un 50%.
Después de la caída del Banco Mendoza, en abril de 1999, Matas y Pescarmona emprendieron una ofensiva contra Moneta, que se tradujo en una acción judicial por 54 millones de pesos. Pero, al cabo de avatares múltiples, entre los cuales contó la orden de captura contra Moneta dictada por el juez federal mendocino Luis Leiva, y la revancha de Moneta -que obtuvo la destitución del juez y la remisión de la causa a un juzgado federal de Buenos Aires-, Matas rompió con Pescarmona y entregó su voto a Moneta en la asamblea de Magna.
En la rigurosa investigación periodística de las actividades de Moneta volcada por la periodista Susana Viau en el libro "El banquero", la autora habla del "alegre festival de autopréstamos" que descalabró al Banco Mendoza. Los beneficiarios más importantes fueron Corporación de los Andes (Moneta), Pescarmona, Matas, José Cartellone (empresa interesada en Chihuidos I) y el grupo Vila-Manzano.
Lo escrito hasta aquí es una síntesis brevísima de las relaciones entre Matas y Moneta. Un relato completo podría llevar un libro como el que Viau dedicó al multifacético banquero, tan capaz de crear y liquidar bancos como de seducir al público de la Sociedad Rural con un festival de caballos criollos.
     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación