Miércoles 16 de julio de 2003
 

La salud pública hoy

 

Por Osvaldo Pellín

  on motivo de cumplirse un nuevo aniversario de la fundación del hospital Castro Rendón, fuimos invitados un grupo de sanitaristas a reflexionar acerca de la salud pública. Aquí me permito acercar las mías como un pantallazo acerca de un tema al que, curiosamente, nadie le desconoce la gravitación que tiene, pero que en virtud de la fenomenal crisis que padecemos va relativizando su importancia. El desempleo, la corrupción y la crisis política lo han desplazado, en una suerte de aparición de desgracias de superior entidad.
1) Podría afirmarse, con poco margen para el error, que en los últimos treinta años no se ha avanzado en la organización del sector salud en la Argentina. Quizás la sanción de la ley de Obras Sociales en 1970 representó un aporte de organización, luego desnaturalizado por la feudalización corporativa con que se la utilizó. Jamás, a partir de entonces, se pudo integrar a todos los subsectores oferentes de atención médica.
Pasaron muchos intentos desde lo institucional. En los "60 los Hospitales de Comunidad, de la Revolución Argentina, limitada a escasas concreciones, de los que al día de hoy perviven muy pocos. En los "70 el SNIS, Sistema Nacional Integrado de Salud, producto de la vuelta al país del general Perón, que ni su carismática figura pudo impulsar. En los "80 el seguro de salud de Alfonsín, entregado en negociaciones que acabaron haciéndolo inaplicable. En los "90 la privatización de la seguridad social, en sus múltiples presentaciones, como la gerenciación y el arancelamiento hospitalario.
Muchos pretendieron superar la tradición de los hospitales públicos como hospitales reservados a los pobres. Se proponía universalizarlos, hacerlos policlasistas, en favor de sus propios valores: la saga científica y el desinterés comercial que los caracterizaba. Quedaban sin remover el mejoramiento de la infraestructura, la facilidad de acceso y una dependencia con presupuestos públicos menguados, que no priorizaron, hasta hoy, su integración al sistema.
La otra inspiración de esos intentos fue la atracción para el capital financiero, de la parte del mercado de la salud considerada de élite, con suficiente capacidad adquisitiva, desentendiéndose del resto.
2) La epidemiología, ciencia en la que se basa la prevención en medicina, la manejan los diarios. La opinión pública detecta a través de ellos los daños escandalosos que se presentan confrontándolos con esta etapa de la ciencia y con el imaginario colectivo acerca del desarrollo que debería mostrar nuestro país. Casi nunca el sector público toma la iniciativa frente a estos daños con el fin de combatirlos con el conocimiento y la colaboración de la población. Desnutriciones severísimas, sida, patologías prevalentes y evitables, déficit en las coberturas de vacunaciones son detectadas por el imperfecto sistema de la filtración de información, tomados por la prensa, que hacen estallar, en medio de la más absoluta falta de contexto, la noticia que escandaliza.
3) La plétora médica, incrementada los últimos diez años al compás de la privatización de la enseñanza superior en el país, representa un tema tabú, que no se aborda por ninguna de las consecuencias que genera en el sistema en vigencia. Médicos mal pagos necesarios para surtir de mano de obra barata a los planteles públicos y privados. Ausencia de lugares para la formación de posgrado, que sean dignos y preparados para la supervisión de la experiencia y el aprendizaje del médico recién recibido. No se trata de limitar. Se trata de que el país debe fijar políticas de formación de pre y posgrado, manejando los indicadores a largo plazo que orienten las vocaciones de los jóvenes. Sin un plan que fije las grandes tendencias en el desarrollo de la Nación resulta muy difícil disponer regulaciones puntuales muy necesarias para dar coherencia a las aspiraciones sociales respecto de las habilitaciones profesionales.
4) La Argentina no está lejos de poder ordenar su sistema de salud. Pero ha sido virtualmente abandonado por la sociedad política, ya que carece de atracción electoral. Meterse con él es muy complicado porque desde los pacientes hasta las empresas de salud medran en un sistema multifragmentado, donde como en todas partes se teme a los cambios y los intereses genuinos y de los otros, estimulan el temor. La falta de seriedad institucional en la Argentina suele justificar esas actitudes. En nuestro sistema de salud la calidad debe ser hallada por el paciente en una verdadera selva de ofertas donde la diversidad confunde. Hay muy pocos ejemplos de caracterización institucional de calidad que perdure y sea reconocida fácilmente por la sociedad. Y que además esté integrada en una red. Aún no hemos establecido confianza en el sistema, más allá de la que depositamos en el médico de cabecera o de familia.
5) Ha venido a agravar la situación el empobrecimiento generalizado de la sociedad. El sistema en esta situación está sin aire económico y su financiación se hace a costa de muy bajos aranceles y de postergar los pagos de los honorarios. La puja por el ingreso ha llevado a que cada vez menos población tenga posibilidades de elegir libremente el servicio. La gente va donde puede y acepta la atención sin demasiadas protestas. Salvo con los desenlaces trágicos del ejercicio profesional y cuando los medios se hacen eco. Y el recurso deletéreo de la mala praxis, que es un instituto que viene a competir, junto con las compañías de seguro, por el ingreso del sector. Que no es menor , pero del que viven no sólo una burocracia pletórica, los retornos, una industria ávida por la multiplicación alienada de sus ganancias y ahora los seguros. De este modo se reduce lo que queda líquido para la atención médica de cada persona.
6) Se puede tener una salud pública acorde con las aspiraciones del pueblo argentino. Hace falta que una férrea voluntad política se lo proponga.
     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación