Miércoles 16 de julio de 2003
 

¿Se viene la censura global?

 

Por Andrés Oppenheimer

  Si a usted le parece increíble que Libia haya sido electa para la presidencia de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, escuche esto: Cuba e Irán -que también están entre las peores dictaduras del mundo- están jugando un rol importante en la redacción de nuevas normas internacionales de la ONU para el uso de Internet.
Efectivamente, Cuba e Irán están proponiendo normas que, si son adoptadas en la próxima Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información, impondrían la censura global en Internet, además de aumentar los controles gubernamentales sobre la radio y la televisión.
La cumbre, que se realizará en diciembre en Ginebra, Suiza, es organizada conjuntamente por la UNESCO, el brazo cultural de la ONU, y la Unión Internacional de Telecomunicaciones, otra agencia vinculada con la ONU.
Como algunos recordarán, la UNESCO es la organización cuya campaña en favor de un "nuevo orden mundial informativo"" hace dos décadas hizo que Estados Unidos se retirara de la institución hace 18 años. EE. UU. se reintegrará a la organización en octubre de este año.
Esta semana entré a la dirección de Internet de la cumbre (www.itu.int/wsis/) y leí los tramos clave del borrador de la declaración final que adoptaría la reunión de diciembre. Algunas de las propuestas que uno encuentra allí son para agarrarse la cabeza.
Los párrafos más alarmantes son los propuestos por Cuba, el país que en marzo impuso condenas de hasta 28 años de prisión a 75 opositores pacíficos -entre ellos 26 periodistas independientes- por cometer "crímenes" tales como poseer una grabadora no autorizada por el gobierno, o por publicar artículos en periódicos extranjeros.
La ola de represión del régimen de Fidel Castro llevó a la organización de derechos humanos francesa Reporteros Sin Fronteras a declarar a la isla "la prisión más grande del mundo para miembros de la prensa".
Entre las propuestas de Cuba incluidas en el borrador de los documentos finales de la cumbre, que también incluyen algunas recomendaciones más moderadas presentadas por Irán:
-Que el párrafo de la Declaración de Principios que exige el acceso universal y a bajo costo a Internet incluya la frase "de conformidad con la legislación doméstica de cada país". En otras palabras, que el documento de las Naciones Unidas les dé un sello de aprobación a los países que erigen filtros a Internet, o que deciden cuáles de sus ciudadanos pueden tener acceso a la Red.
-Que el párrafo según el cual el grupo que fija las reglas de Internet debe ser "multilateral, democrático y transparente" incluya el término "intergubernamental". O sea, que las principales decisiones estén sujetas a la aprobación de los gobiernos.
-Que el borrador del Plan de de Acción de la cumbre incluya un párrafo que diga: "se deben tomar acciones legales y administrativas para prohibir la concentración indebida de la propiedad y el control de los medios". Está bien, ¿pero quién va a decidir lo que es "concentración indebida" de la propiedad? ¿Cuba, donde el gobierno concentra la totalidad de los medios y la información?
-Que se añada otro párrafo al Plan de Acción, según el cual la rendición de cuentas de los medios internacionales "sea incrementada mediante medidas concretas de monitoreo por los gobiernos". ¡Brillante! Si esto prospera, ¡la ONU pediría a los gobiernos que encarcelan periodistas que "monitoreen" a la prensa internacional!
Funcionarios de Estados Unidos y varios grupos de derechos humanos están preocupados por la cumbre de diciembre. Según ellos, hay una posibilidad real de que algunas de estas propuestas sea adoptada en el documento final.
"Cuba está proponiendo cláusulas que favorecerían el control estatal de los medios", me señaló Kim R. Holmes, el secretario de Estado adjunto para Organizaciones Internacionales. "Hay motivos para preocuparse".
Holmes me señaló que, por ahora, Estados Unidos no está contemplando postergar su incorporación a la UNESCO. Otros funcionarios dicen que han visto como una buena señal el que el director de la UNESCO, Koishiro Matsuura, haya condenado el encarcelamiento de los periodistas independientes cubanos.
¿Mi conclusión? Si las dictaduras logran que la cumbre apruebe el "monitoreo de los gobiernos" de la prensa internacional, la UNESCO se convertiría en un adalid de la censura global.
Lo que hace falta es lo opuesto: una mayor colaboración de las democracias para combatir la censura en Internet. El congresista Christopher Cox, de California, acaba de proponer una ley que le exigiría al gobierno de Estados Unidos invertir recursos "para un esfuerzo global para combatir la obstrucción y la censura de Internet".
Estoy de acuerdo. El mundo necesita más libertad de prensa. En lugar de discutir proyectos de censura global, la cumbre de la ONU debería estar denunciando a los países que todavía les niegan a sus ciudadanos el derecho universal a leer lo que se les antoje.
     
     
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