Lunes 14 de julio de 2003
 

Fundamentos de un plan de salud

 

Por Alberto G. Simonella (*)

  Un plan de salud integral para la provincia de Río Negro debe contener los elementos fundamentales que hacen a una salud pública moderna, tomando como base las nuevas concepciones de salud y enfermedad a las que adhieren actualmente los países que son vanguardia en la materia.
La salud no es un bien que se da... sino que se genera desde adentro. La acción sanitaria no debe ser impuesta desde el exterior, como un esfuerzo ajeno a la población, sino más bien lograr una respuesta de la comunidad a los problemas que sus miembros perciben. Debe estar orientada en la práctica de modo que sea aceptada por éstos y contar con todo el apoyo de una infraestructura adecuada.
La estrategia de la Atención Primaria de la Salud (APS) necesita una delicada organización, por niveles en red de servicios, capaz de resolver integralmente los problemas de salud de cada individuo, que sólo se alcanza en países altamente desarrollados y con buena culturalización de las responsabilidades por parte de sus ciudadanos.
Esto nos lleva a tener que reflexionar muy profundamente sobre los problemas organizativos y de orientación de nuestros actuales servicios.
El equipo de Atención Primaria se transforma en el principal motor integrador de las acciones, a partir de actividades coordinadas de promoción, presentación, tratamiento y rehabilitación, potenciando al mismo tiempo la autorresponsabilidad y participación de la comunidad en ellas.
El trabajo debe ser interdisciplinario. Integrado por profesionales de distintas áreas de la sanidad y disciplinas asociadas, donde figuren dos elementos fundamentales: el agente sanitario y el agente comunitario. Ambos conforman el brazo y la mano del equipo de salud, que tendrá que ocuparse de la atención de la población de su área.
De la misma manera requiere de un hospital que se responsabilice por dicha área, puesto que la APS no es un programa independiente del resto del sistema sanitario, sino que es el eslabón que enlaza racionalmente a las personas con el sistema.
Los centros de salud son sólo una parte de un "sistema de complejidad ascendente" de una determinada área programática, y sus actividades incluyen acciones de: a) atención preventiva y de promoción de la salud; b) diagnóstico y tratamiento de enfermedades; c) rehabilitación y reinserción social; d) atención domiciliaria y urgente; e) vigilancia epidemiológica; f) docencia e investigación; g) coordinación intersectorial y comunitaria; h) información y estadísticas.
En los aspectos comunicacionales estamos obligados a contactarnos con la gente y establecer un diálogo en el que podamos decir por qué estamos cambiando, en qué consiste el cambio y a su vez poder escuchar los intereses de la comunidad hacia la construcción de un primer nivel organizado. Igual acción debe estar dirigida hacia los profesionales involucrados.
La estrategia de la atención primaria de la salud requiere, para su éxito, de intensos desarrollos locales.
Es ineludible la integración y articulación de los programas verticales nacionales, que deben compartir acciones en el ámbito de la APS para optimizar la aplicación de los recursos y de ese modo ampliar la base de cobertura.
Es fundamental desarrollar, contribuir y facilitar los mecanismos de participación social con las instituciones de la comunidad, entendiendo en este caso por institución a ONG"s, sociedades de fomento, organizaciones barriales, escuelas, clubes sociales, cooperadoras... entre otras que a esta altura con sus acciones solidarias constituyen ya un entramado digno de ser considerado un verdadero "primer nivel de asistencia social".
El compromiso de todas las instituciones del Estado, intermedias y de la comunidad debe propender a que la APS se transforme definitivamente en "política de Estado" sustentada en el tiempo.
La falta de integración entre la seguridad social, la medicina prepaga y el sector público es el principal factor que conspira contra la eficiencia del gasto en salud. Los principales rasgos del actual sistema son la irracionalidad, la fragmentación, el deterioro de la capacidad de gestión, la ausencia de una integración armónica de sus componentes y la falta de una planificación estratégica que integre los recursos de los distintos sectores.
La APS es una estrategia verdadera que tiene la misión de extender el sistema sanitario a la intimidad de las viviendas, permitiendo conocer la realidad social y sanitaria de la población, mejorando la comunicación del ciudadano y su familia con la medicina organizada, haciendo de este modo más equitativo al sistema a través de la facilitación de la accesibilidad.
El hospital público ha sido desde su concepción el eje paradigmático del sistema de salud cuyo nodo asistencial y de funcionamiento estuvo de espaldas a la satisfacción de las demandas de la población.
Este paradigma asistencial ha de virar hacia otro... donde las unidades motrices se encuentren en el terreno de la APS, que sí detecte, observe, interactúe y dé respuestas prontas y directas a los impactos sociales, porque así lo manda su naturaleza intrínseca de pertenencia a la comunidad que está generando la demanda.
A modo de abstracto de lo que anteriormente hemos manifestado, un plan de salud debe estar cimentado en la medicina preventiva, de tal suerte que la acción del Estado-comunidad sea invertir en preservar la salud y no tener que gastar luego en luchar contra la enfermedad.
Hoy vemos cómo en muchos países europeos, que tuvieron una visión a futuro de la prevención, han comenzado a reducir la cantidad de camas hospitalarias. En contrapartida en nuestro caso, tenemos una demanda creciente de la medicina asistencial, con hospitales colapsados llenos de enfermos, síntoma inequívoco de una pésima política en salud.
Una buena salud pública no se mide solamente por las inversiones en infraestructura y tecnología médica, sino más por los índices estadísticos de patologías tratadas, costos de tratamiento implementados, pérdidas de días trabajados con la disminución de la productividad que esto conlleva, costos de rehabilitación y resociabilización de los pacientes y grado de discapacidades permanentes previsibles.
Quiero concluir parafraseando al general Juan Domingo Perón: "Me gustan los hospitales sin enfermos, porque eso me evoca el día del triunfo de la salud".


(*) Médico, docente.
Miembro titular de la Asociación Médica Argentina y miembro adherente de la Asociación Argentina de Cirujanos.
Miembro fundador de la Soc. Médico Científica de Neuquén y Río Negro, entre otras organizaciones nacionales e internacionales.
     
     
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