Domingo 13 de julio de 2003
 

Los muchachos kirchneristas

 

Por Arnaldo Paganetti

  Es saludable, pero de difícil ejecución, pensar que algo está a punto de comenzar, cuando en rigor algo apenas acaba de concluir. Los actores, en este caso los argentinos, tienen una imagen precisa, a veces desganada y trágica, de lo que han perdido en décadas de autoritarismo, despilfarro, administraciones que se dedicaron a esquilmar más que a alentar la producción y el trabajo, y costumbres que contribuyeron a fomentar la disgregación social y la proliferación de los delitos. Pero ignoran - dada la faceta imprevisible que anidan en su esencia -, cómo será el reemplazo y qué sucederá con un país potencialmente rico y estructuralmente pobre.
Con el presidente Néstor Kirchner de gira - para acomodarse en una franja de centro izquierda que llama a engaño y hacerse conocer por qué todos en Europa se preguntan quién es "ese flaco" que enterró a Carlos Menem- , sus seguidores no pejotistas se lanzarán a coordinar un encuentro nacional (en principio pautado para el 9 de agosto, en la capital federal) a los efectos de - imitando al movimiento que creó Perón en la década del 40 - tratar de iniciar la construcción de un espacio político igual de vigoroso y fundacional.
Militante de una causa las 24 horas del día, estudiante a escondidas de economía, con raíces en el frustrado proceso que en 1995 encabezaron José Octavio Bordón - hoy su embajador ante los Estados Unidos - y Carlos "Chacho" Alvarez, el dirigente oriundo de la incandescente Patagonia no es inocente en el aliento de esta experiencia superior que tanto irrita al pejotismo, aunque se reconoce profundamente peronista.
Para K una cosa es el partido, al que respetará como herramienta electoral y no desafiará en los distritos con poder hegemónico y color propio (el caso típico es la provincia de Buenos Aires de su, hasta ahora, protector, Eduardo Duhalde), y otra muy distinta el sector independiente que surgió del hartazgo hacia el clientelismo y los "aparatos" que asocian las cajas de recaudación paralelas con la corrupción y el crimen.
Es necesario hacer notar que el proyecto de K apuntaba al 2007 y que los sucesivos traspiés de Duhalde por imponer primero a Carlos Reutemann y luego a José Manuel De la Sota en el camino a la Rosada, terminaron precipitando el desafío del patagónico de dar por agotado el ciclo menemista, que se produjo cuando el riojano desertó de la segunda vuelta electoral prevista para el 18 de mayo.
Con pedido de reserva de identidad, a fin de resguardar el fino equilibrio interno en el seno del gobierno dada la luz de esperanza arrojada por K a la ciudadanía, un incondicional del santacruceño explicó: "Duhalde prestó un servicio patriótico. Asumió en las peores condiciones, con síntomas de disolución y anarquía, donde reinaban los señores feudales provinciales. Piloteó una crisis terrible, jugó todo a la renovación democrática y cumplió su palabra, yéndose el 25 de mayo".
"Sin embargo - aclaró - él no hizo Presidente a Kirchner. Este tuvo que anticipar los tiempos y más de uno se está convenciendo ahora que no es un regente de palo entre Duhalde y Menem".
Por eso no es de sorprender que mientras la comisión que lidera en el PJ el jujeño Eduardo Fellner, ordena no sacar los pies del plato, los sectores que vienen colaborando con K, por dentro y por fuera, promueven una rebelión en las bases locales. Muchos de los apoyos externos, ya tienen un puesto de lucha en la gestión del Estado. Rafael Bielsa es canciller; Juan Gónzalez Gaviola, interventor en el PAMI; Eduardo Luis Duhalde, secretario de Derechos Humanos, área dónde se han concentrado los "ex camporistas". Eduardo Sigal, Aldo San Pedro, Nilda Garré, Raúl Zaffaroni (postulado para la Corte en reemplazo de Julio Nazareno), Carlos Vilas, Eduardo Valdez, Fernando Suárez, Ramón Torres Molinas y Melcíades Peña, entre otros, fueron adhiriendo a K.
En algunos territorios el kirchnerismo (con sus decenas de variantes, "Confluencia", "Peronismo de la Victoria"), está lanzado: Corrientes, Misiones, Neuquén, Río Negro, Tucumán, Santa Fe, Córdoba, Chaco, Mendoza, Jujuy y Formosa.
Quien, por mandato de K, tiene la misión de convocar a la reunión del 9 de agosto no es otro que el neuquino Marcelo Fuentes, actual subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Relaciones Exteriores. Al embajador Fuentes se lo ve entusiasmado en la idea de captación de referentes como Roberto Roitman, quien laboró con éxito para Adolfo Rodríguez Saá, o Miguel Bonasso, en Buenos Aires.
"K fue el mejor dirigente que interpretó la fragmentación de nuestra sociedad y la revulsión que provoca el internismo", se señala desde vertientes kirchneristas con afinidades ideológicas con el intendente porteño Aníbal Ibarra, quien enfrenta a la lista de Mauricio Macri, con componentes pejotistas en puestos expectables.
"Somos PJ, pero vamos mucho más allá", afirma Parrilli sin tapujos.
Una clave sobre la perspectiva de provocar un viraje positivo lo dará el comportamiento de Duhalde, quien lleva a su esposa "Chiche" como primera candidata a diputada en la provincia más grande del país.
Al regresar de sus vacaciones, Duhalde se mostró sorprendido por el buen manejo de la situación que ha hecho su sucesor. "Es increíble lo que ha crecido en tan poco tiempo", comentó fuera de micrófono, sin desconocer el malestar que predomina en leales que se sienten injustamente desplazados por los fuertes aires sureños.
Obviamente, Duhalde pretende mantener cercada Buenos Aires. Pero, además, ensayó una defensa cerrada de Ramón Puerta, como candidato a gobernador de Misiones. "No se puede dividir al justicialismo donde está tomando fuerza", declaró intencionalmente.
Pero allí, Kirchner le dará batalla con Carlos Rovira, dispuesto a "quebrar a un PJ que devastó los recursos forestales y defraudó en Yacyretá".
"Si K le está haciendo probar el jamón del medio a la Nación, no puede permitir que se coman tripas en las provincias", alerta el gobernador de Santa Cruz Héctor Icazuriaga.
Los kirchneristas aceptan el paso a paso y son conscientes de que el Presidente requiere de la sanción de leyes para poder avanzar. Ergo, "honrarán" los acuerdos preexistentes hasta después de octubre y procurarán llevar diputados y senadores propios al Congreso.
Más allá de las disputas locales, procurarán tirar todos por K. En Santa Fe, pese al proclamado entendimiento con Carlos Reutemann que publicitaron el viernes los diarios nacionales, van detrás de Jorge Obeid y del socialista Hermes Binner.
"K es el Presidente y no hará campaña activa por nadie", manifiestan dirigentes del alto valle contrarios al neuquino Luis Gallia y al rionegrino Carlos Soria. En esos lugares, se buscarán alternativas a través del radical Quiroga, el zapalino Podestá, el viedmense Rosso o el cipoleño Arriaga. "Edificaremos si alcanza el tiempo", se resignan, empero. "Nadie nos podrá mandar meternos en la bolsa de gatos ni incurrir en las viejas prácticas de toma y daca", subrayan.
Se declaran enemigos de "partidos provinciales" entre los que ubican "al delasotismo y al radicalismo de Córdoba", para disgusto a la concepción duhaldista de elaboración de poder.
En principio, podría deducirse por todo lo dicho que la izquierda se disciplina detrás de K. Pero, curiosamente, su van sumando también referentes de derecha, de partidos fundados por los desaparecidos Francisco "Paco" Manrique y Américo Ghioldi.
El proceso electoral discurrirá en medio de un volcán, que puede explotar por la inseguridad que, por fin, los gobiernos nacional y de la provincia de Buenos Aires parecen decididos a enfrentar a cara de perro.

Arnaldo Paganetti
arnaldopaganetti@rionegro.com.ar

     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación