Jueves 3 de julio de 2003
 

El olvidado
"patio trasero"

 

Por María Isabel Rivero

  Más analistas especializados en América Latina se sumaron al reclamo para que el gobierno de Estados Unidos defina una política hacia la región y preste más importancia a lo que en Washington frecuentemente llaman "patio trasero".
"Desde que terminó la Guerra Fría, Estados Unidos no ha decidido cuál debe ser su nueva guía en política exterior. Hay mucha retórica sobre democracia y derechos humanos, pero nada que sirva para guiar la política exterior en la práctica", dijo el analista Peter Vaky, ex embajador de Estados Unidos en Colombia, Costa Rica y Venezuela. "Lo que hizo el 11 de setiembre fue concentrar a la administración en una cosa específica, la guerra contra el terrorismo, y concentrar tiempo y esfuerzos en el tema de seguridad y en un área geográfica del mundo: el Medio Oriente", explicó Vaky.
"Entonces, cuando aparecen problemas prácticos en cualquier otra área, aparecen los agujeros negros", dijo el ex diplomático en una mesa redonda que tuvo lugar en la sede del grupo Diálogo Interamericano, en Washington.
"No hay ningún asunto de política exterior, más allá del terrorismo, que realmente tenga la atención del gobierno", señaló. "La administración tiene problemas con todos los temas que aparecen, como ahora la Corte Penal Internacional, porque le faltan las premisas sobre qué es lo que Estados Unidos apoya y qué es lo que rechaza".
El presidente de Diálogo Interamericano, Peter Hakim, dijo por su parte que "el gran problema es que no existe algo que se pueda llamar política de Estados Unidos hacia América Latina. Ni siquiera ha habido un subsecretario de Estado para el hemisferio con autoridad real en los últimos seis años".
En el mismo sentido opinó Michael Shifter, profesor adjunto en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Georgetown y editor de "Historia Contemporánea", quien señaló que "Washington da por sentado" que América Latina votará lo que se le pida, y eso "no es así".
A manera de ejemplo, Shifter recordó el fracaso de Washington el mes pasado en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Chile, donde la mayoría de los países miembro rechazó al candidato de Washington, el cubano-estadounidense Rafael Martínez, para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Los candidatos que fueron votados, un brasileño, un paraguayo, un salvadoreño y un venezolano, habían sido propuestos con mucha anticipación por esos países y eran personas con amplios historiales en la defensa de los derechos humanos.
Martínez, hermano del secretario de Vivienda del gabinete de Bush presentado a última hora ante la OEA, no tiene experiencia en derechos humanos, por lo que su candidatura "no fue tomada muy seriamente" por los latinoamericanos. "Esto demuestra que América Latina requiere atención", dijo Shifter. "Estados Unidos cree que puede ignorar lo que está pasando y empujar un nombre en el último minuto, pero no funciona así".
El ex embajador Vaky opinó que en caso de que Washington decida involucrarse más profundamente en América Latina, seguramente actuará "de la misma manera unilateral que en Medio Oriente" y que también se generarían problemas porque "Estados Unidos tiene una tendencia a no comprender el punto de vista de otros países". (DPA)
     
     
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