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Un empleado del CPE fue detenido por vender drogas en una escuela
Ocupa una vivienda institucional dentro del establecimiento aunque no trabaja allí.
Está a una cuadra de la comisaría del barrio San Lorenzo; lo filmaron traficando.
NEUQUEN (AN)- La Policía detuvo ayer a la madrugada a un empleado del Consejo Provincial de Educación que vendía droga dentro de una escuela del barrio San Lorenzo. Entre sus clientes habría alumnos del establecimiento, que está ubicado a una cuadra de la comisaría 16.
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| Hace un mes empezaron a vigilar los movimientos del sospechoso. Entre sus clientes habría alumnos. |
El gravísimo episodio termina con todas las dudas sobre la existencia de droga dentro de las escuelas, un fenómeno sobre el cual este diario alertó hace más de dos años sin que nadie se hiciera eco de la denuncia.
Los funcionarios de Educación se desayunaron ayer con la noticia de que el sujeto al que le habían otorgado una vivienda institucional dentro de la escuela, la aprovechaba para manejar un mercado de estupefacientes en el lugar más sensible.
El detenido es de apellido Cáceres, de 42 años, y de acuerdo con fuentes policiales llegó a la región procedente de la provincia de Entre Ríos hace cuatro años. No se sabe cómo consiguió un trabajo administrativo en Nivel Medio, rama que depende de Ana María Unhol, y ni cómo obtuvo la vivienda institucional que correspondía al portero dentro de la escuela 115, ubicada en Rosario y Castelli.
A juzgar por sus antecedentes, Cáceres no era un empleado ejemplar. Fuentes del CPE informaron ayer que tiene tres sumarios: uno por presunto robo de resmas de papel, otro por usurpación de vivienda y el tercero por abandono del puesto de trabajo, ya que al parecer se tomó vacaciones sin avisarle a nadie.
Ayer, el Consejo resolvió desalojarlo de la vivienda y suspenderlo por 60 días pero por la falta que cometió al abandonar su trabajo y no por vender droga, ya que al parecer ningún funcionario estaba al tanto de la actividad ilegal que desplegaba el individuo dentro de la misma escuela.
Bajo vigilancia
Los movimientos de Cáceres comenzaron a ser vigilados hace un mes por el departamento Toxicomanía de la policía provincial.
El sospechoso ocupaba la vivienda institucional con su familia, aunque al parecer se había separado de su esposa hace menos de un mes.
Los investigadores lo siguieron de cerca y lo filmaron varias veces en "actitudes comprometedoras", según trascendió. Habría quedado registrado el movimiento de personas en horario nocturno frente a la vivienda, que tiene salida al patio escolar y a la calle.
Al parecer era un empleado poco querido en el establecimiento, en el que no trabajaba. Las autoridades de la escuela venían insistiendo desde hace años para que lo desalojaran, pero el expediente se movía con pereza. No fue posible establecer si la demora se debía sólo a cuestiones burocráticas.
El personal de Toxicomanía recolectó pruebas que consideró suficientes como para demostrar que el hombre s dedicaba a la venta de estupefacientes. Entre sus "clientes" hay chicos de 13 o 14 años, que serían alumnos de la escuela, y otros más grandes, de hasta 19 años.
El procedimiento para detenerlo se organizó el fin de semana pasado pero recién se concretó ayer. Una insólita filtración alertó al individuo que la Policía estaba tras sus pasos, por eso en el interior de la vivienda no encontraron la marihuana que buscaban y que habría ayudado a probar la existencia del delito de forma más categórica.
En cambio, los efectivos de Toxicomanía sólo hallaron 15 paquetes de 100 papeles cada uno aptos para armar en forma casera los "porros", que al parecer el sujeto vendía a 1 o 2 pesos cada uno.
También encontraron algunos "papeles" rotos con vestigios de marihuana, que serán sometidos a pericias.
El jefe del departamento Toxicomanía, comisario inspector Galindo González, confirmó el procedimiento y se preguntó "quién se hace cargo ahora del daño causado a la escuela. En el mismo patio vendía la droga, es muy grave".
Por su parte el juez federal Guillermo Labate señaló que "es la primera vez que tengo un caso de este tipo". Reveló que el sospechoso está acusado de infracción a la ley de estupefacientes, y que puede caberle una pena de 4 a 15 años de prisión que podría ser más grave porque presuntamente cometió el delito dentro de una escuela pública. Anoche lo estaba indagando.
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Quedó confirmado que el drama existe
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