Astrada dio detalles del secuestro y de su charla con Cirelli

BUENOS AIRES (Télam).- Rubén Astrada, liberado el miércoles luego de estar 27 días secuestrado, detalló ayer cómo vivió los días de encierro, admitió que llegó a dialogar con el empresario Juan Cirelli, cautivo en el mismo lugar que él, y aseguró que vivió momentos de gran angustia cuando supo que su madre tuvo un problema de salud a raíz del episodio.

En diálogo con la prensa, el padre del futbolista Leonardo Astrada dijo que los 27 días de encierro estuvo atado a una cama, con los ojos vendados y prácticamente sin hablar con nadie y sin comer más que un par de galletitas de agua por día, que acompañaba con tazas de té.

Luego que negó durante toda la jornada del miércoles haber mantenido contacto con el empresario Cirelli, quien estuvo secuestrado 40 días por la misma banda y compartió algunos días de encierro con él, Astrada terminó por admitir que llegó a dialogar con el otro secuestrado. "Estuvimos juntos. Fue el martes pasado, no, el anterior, en un momento en que esta gente (por los secuestradores) salió a hacer compras. Yo estaba sentado en una cama chica, con los ojos tapados y alguien se acerca y me dice: 'Cuqui (su apodo), yo estoy hace 30 días igual que vos acá'", recordó.

"Me aconsejó que me alimentara -agregó el padre del futbolista- porque yo no quería comer nada y lo único que tomaba era una taza de té con galletitas de agua. El (por Cirelli) me aconsejó que comiera porque si me llegaba a pasar algo iba a quedar tirado acá".

Según Astrada, hasta ese momento no sabía que había alguien más secuestrado en la misma casa que él, ya que en general los captores ponían el televisor a alto volumen cuando hablaban entre sí o con la otra persona. El hombre aseguró que Cirelli nunca le avisó que iba a escapar "Sinceramente si él me hubiera dicho 'vámonos' yo me hubiera ido porque estaba desesperado", explicó.

El padre de Leonardo Astrada dijo que durante su encierro vivió momentos de mucha angustia, tanto cuando vio a su hijo desesperado como cuando se enteró de que su madre, de más de 80 años, había sufrido una descompensación a raíz de su secuestro. "Pensé que se me moría mi madre", dijo Astrada recordó el día en que fue capturado por los secuestradores cuando iba a su trabajo en su auto y el momento en que fue liberado, pasada la una de la madrugada.

"Después de cambiarme de casa (cuando ya Cirelli había escapado) me dicen: 'Viejo te vas'. Me dejan en un campo, tuve que saltar un arroyo y me mojé hasta las rodillas, no sabía dónde estaba, si seguir caminando o tirarme bajo un árbol a esperar que amaneciera", recordó.

Finalmente, relató que caminó hasta conseguir que un automovilista lo llevara hasta una remisería, desde donde fue llevado hasta la casa de su cuñado. "El reencuentro fue algo extraordinario, nos abrazamos y lloramos mucho", concluyó Astrada, quien aseguró que no tiene pensado irse del país, sino que continuará con su vida de siempre.